Ana Abril Ámez
ES HOY
El parlamentario de Unión Progreso y Democracia, ha exhibido una Proposición no de Ley en el Parlamento Vasco para pedir a la Unión Europea que se excluyan las aguas territoriales del Sahara Occidental, en el caso que se tramite la renovación.
Maneiro insiste en que Marruecos “se limite exclusivamente a las aguas territoriales de este país y queden expresamente excluidas las aguas territoriales del Sahara Occidental". Además de esta petición, Maneiro ve existencial el conocimiento de la campaña Fish Elsewhere lanzada en toda Europa, que lucha para acabar con la injusta situación en la que se encuentran los saharauis y finalizar con el expolio de los recursos ejecutada rutinariamente por Marruecos en zona saharaui.
CONTENIDO DEL ACUERDO
Según el acuerdo de colaboración en el sector pesquero entre la Comunidad Europea y el Reino de Marruecos, publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea el día 29 de Mayo de 2006, servirá “para promover la instauración de una pesca responsable que contribuya a la conservación a largo plazo y a la explotación sostenible de los recursos marinos vivos, principalmente mediante el establecimiento de un régimen de control aplicable a todas las actividades pesqueras, con el fin de garantizar la eficacia de las medidas de gestión y conservación de los recursos”. La Unión Europea, con la oposición de 167 eurodiputados y la abstención de otros 79 firmaron el acuerdo. Éste se suscribió por un período de cuatro años a partir de su entrada en vigor y hasta el 2011 seguirá vigente.
El acuerdo se firmó para que 119 barcos comunitarios pudieran obtener una cuota adicional de 60.000 toneladas para pesca pelágica industrial (sardinas, caballa y jurel), de las que 1.300 fueron destinadas a España. Según el reparto que se realizó en mayo en el Ministerio de Agricultura, Andalucía contó con 42 licencias; Canarias, 37; Galicia, 17; mientras que País Vasco y Cantabria obtuvieron dos licencias cada una. A cambio, la UE está pagando a Marruecos una compensación financiera de 36,1 millones de euros al año (144,4 millones en cuatro años). Unas 100 de estas licencias corresponden al Estado español, en gran parte a Canarias. Por lo tanto nuestro país es el principal beneficiario del acuerdo.
EL EXPOLIO DE LOS RECURSOS NATURALES
Pese al progreso llevado a cabo en los últimos años, la UE anticipa y prioriza la defensa de sus intereses económicos y políticos sobre la consolidación de la democracia y de los derechos humanos. Así, mientras la Comisión negocia con Marruecos la explotación de los recursos naturales del territorio (pesca, fosfatos, hidrocarburos) y avanza hacia una zona de libre comercio con este Estado, violando el Derecho internacional, el Parlamento reclama de forma clarividente el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui, su soberanía inquebrantable sobre los recursos naturales del territorio, y trata, sin resultados, de confinar el alcance de los acuerdos para su explotación y de restringir la aplicación del Acuerdo de Asociación y el futuro Estatuto avanzado al territorio marroquí, descartando, el Sahara Occidental.
MARRUECOS NO ES LA POTENCIA ADMINISTRADORA
Este acuerdo se aplicó en los territorios en los que se aplica el Tratado constitutivo de la Comunidad y por otra, en el territorio de Marruecos y en las aguas bajo jurisdicción marroquí –es decir, las saharauis- Marruecos no posee la condición de potencia administradora, que legalmente corresponde a España, por lo que carece de "jurisdicción" alguna sobre las aguas saharauis.
En las resoluciones de la ONU se ha introducido este concepto, referido a las metrópolis sometidas al régimen especial del Consejo de Administración Fiduciaria. Cuando el caso del Sahara Occidental entró en agenda de descolonización, las resoluciones de la ONU –de la Asamblea General- apuntaban a España como “potencia administradora” (resolución 2072 de la Asamblea General).
Fue en 1884 la última presencia continuada de España en el Sahara Occidental. Años después del ingreso de España en la ONU, ésta acepto, el 7 de diciembre de 1963, la aplicación del principio de libre determinación al Sahara Occidental como “Territorio No Autónomo”, es decir, como una colonia. Al igual que la ONU reconoció a España como “potencia administradora” del Sahara Occidental.
Por todo ello, es evidente, según se establece en los informes del Secretario General de Naciones Unidas que no se puede calificar a Marruecos como potencia administradora del Sahara Occidental.
EL APOYO SUMERGIDO AL PAÍS DE MOHAMED VI
A través del acuerdo concertado se da a entender el apoyo que ofrece, indirectamente, la Unión Europea a las peticiones de Marruecos sobre el Sahara Occidental. Con esto hecho, la comunidad europea se ha posicionado al lado de Marruecos, relegando al pueblo saharaui.
Esto es una absoluta contraposición a las leyes internacionales y las políticas exteriores de todos los estados miembros de la UE.
Los Acuerdos de Madrid, en los cuales España cedió su antigua colonia del Sahara Español a Marruecos y Mauritania, fueron imposibilitados e inválidos, y no sólo eso, sino que este hecho fue corroborado por la oficina legal de las Naciones Unidas en 2002.
Aunque la implicación política ha sido negada por el jefe de la negociación europea, el gobierno marroquí si lo cree. Un claro ejemplo de esto, fue las declaraciones que realizó en Ministro de pesca marroquí en 2006 “El aspecto financiero de los acuerdos pesqueros no es necesariamente el aspecto más importante del acuerdo. El aspecto político es igual de importante”.
UN PUEBLO OLVIDADO
La situación actual del pueblo saharaui es muy deprimente, ya que la mayoría de este pueblo tuvo que huir en 1975, cuando Marruecos invadió la zona e ignoró la condena de la ONU.
Es una situación de crisis aguda, ya que uno de cada cinco niños saharaui padece malnutrición, además el pueblo está relegado en los campos de refugiados en Argelia, intentando sobrevivir. El dilema moral radica en: cómo puede la UE ayudar al expolio del Sahara Occidental, mientras los niños sufren malnutrición.
La UE, que por un lado reivindica su apoyo al proceso de paz para el Sahara Occidental de la ONU, por otro lado apoya directamente esta injusticia a través de un acuerdo de pesca inmoral.
La UE nunca negociaría los recursos de Palestina con el gobierno Israel, entonces, nos deberíamos preguntar: ¿Por qué tendría que ser diferente el caso del Sahara Occidental?