El futuro de Podemos depende de él y de como acabe la crisis en el PSOE
Juan García. El futuro de Podemos depende de él, de su democracia interna real, de sus propuestas realistas, y también de como acabe la crisis en el PSOE. Si en el PSOE aciertan con el relevo de Pedro Sánchez logrando una unidad entre sus líderes, si acaban con la sensación y realidad de que ahora es como el ejército de Pancho Villa –cada uno por su cuenta-, con un discurso coherente que no flirtee con los independentismos, que tenga más visión de Estado, no peligra su posición de segundo partido político estatal, pero de lo contrario puede favorecer el crecimiento de Podemos, fruto del hastío y el mareo, por no decir el ‘cabreo’, de los votantes.
Juan Carlos Monedero apoya a Iglesias. Pablo Echenique, el secretario de organización –un argentino afincado en Aragón-, es muy inteligente: sigue a Iglesias, pero puede adaptarse a lo que suceda en el partido. Pablo Iglesias da miedo, Podemos asusta actualmente a la mayoría de los españoles. Votar a alguien es fruto de la adhesión a un proyecto ilusionante, de cambio justo y realista, y Podemos no lo tiene. El futuro de Podemos, tal como lo veo en estos momentos, es ocupar el espacio de Izquierda Unida, pero sin superar al PSOE, aunque el PSOE sigue errático y desnortado por el orgullo y la ambición que ha dejado Pedro Sánchez, por lo que todo puede pasar.
El PSOE no es el PASOK griego, ni España es Grecia. El futuro de Podemos pasa por la fuerza de muchos votantes que rechazan el “ego” de Pablo Iglesias, por su protagonismo desmedido y mal calculado. La cabeza de Iglesias es complicada, y yo creo que o cambia o “su criatura” le obligará a cambiar, incluso a perder el liderazgo.