Redacción Madrid. 7 de octubre. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y la vicepresidenta primera María Teresa Fernández de la Vega han comparecido para anunciar las medidas que ha adoptado el Gobierno tras la reunión extraordinaria de ministros de Economía de la UE (ECOFIN)

Zapatero ha comenzado su intervención haciendo un breve resumen de los acontecimientos que han precipitado esta reunió y cuyo inicio ha situado en EEUU. Fruto de ello es la grave situación económica por la que atraviesa Europa, con quiebra de empresas, necesidad de inyectar liquidez al sistema, etc. Por todo ello, ha dicho, el Gobierno ha querido trabajar de forma conjunta con el resto de países europeos en la adopción de una serie de medidas que beneficien a la estabilidad del sistema.

Antes de pasar a enumerar y describir las dos medidas que tomará el Ejecutivo para reactivar la economía española a tenor de lo manifestado y aprobado por ECOFIN, el presidente del Gobierno ha querido manifestar y recalcar una vez más la solidez y solvencia que ha evidenciado el sistema financiero español.

El Gobierno ha resuelto fortalecer el sistema de protección de garantías hasta 100.000 euros por titular y entidad. Zapatero ha mandado un mensaje tranquilizador a los inversores diciendo que “si hay algún sitio en el mundo en el que los ahorros de los españoles están a salvo es en las entidades españolas”.

Según Zapatero, el mal funcionamiento de las entidades interbancarias en Europa afecta particularmente a nuestra economía. Esto ha llevado a considerar al jefe del Ejecutivo que es esencial que el gobierno contribuya a financiar a las empresas y a los particulares a través de las entidades financieras y para ello ha anunciado la creación de un fondo, con cargo al Tesoro Público, de 30.000 millones de euros, ampliable a un máximo de hasta 50.000, que adquirirá de las entidades financieras créditos sanos a cambio de deuda pública. Ha querido recalcar el presidente del Gobierno que dichos activos serán de máxima calidad de tal manera que sea posible minimizar el coste de las finanzas públicas. Esta segunda medida tiene como objetivo propiciar el buen funcionamiento de los mercados crediticios y tendrá sólo una aplicación temporal, hasta que los mercados financieros recuperen su normalidad. Ha señalado también Zapatero que la iniciativa no trata de rescatar ni de sanear el sistema como han hecho otros países, ha dicho sin mencionar explícitamente a EEUU, sino reactivar la economía reactivando el crédito a empresas y particulares. Una vez más ha querido dejar bien claro que el Estado no comprará a los bancos activos “tóxicos”, en clara referencia al origen de la crisis mundial y ha vuelto a remarcar que se trata de una inyección para la financiación de empresas y ciudadanos, ayudando a que se reafirme la confianza de los ciudadanos en nuestro sistema financiero, confianza a la que deberán responder las entidades financieras, ha concluido.