Miguel Ángel Guijarro. 29 de agosto.

¿A qué juega Ramón Calderón? Vaya veranito nos ha dado el presidente del Real Madrid. Si ya se dijo desde Milán que Calderón pasaría a la historia como el hombre que no trajo a Kaká, ahora hay que añadir a ese hipotético epitafio los nombres de Cristiano Ronaldo, Cazorla o Villa. Seguro que la nómina de frustrados fichajes blancos será mayor pero esos casos sonados han tambaleado la imagen de un club señor como el Real Madrid.  La mayoría de los presidentes ya ha soltado alguna que otra prenda respecto al comportamiento del equipo blanco deteriorando ese presunto señorío del que tanto se ha presumido desde Concha Espina.  Por eso Calderón debe reflexionar y entender que por ser el Real Madrid no todo tiene que valer, que por tener la historia que tiene no se puede ‘tocar’ a cualquier jugador. Además aquí alguien miente, porque escuchamos al presidente blanco decir que el Manchester es un club amigo, que el Villarreal también psin embargo hemos escuchado a los ingleses echar pestes por la boca o al presidente del equipo castellonense diciendo que lo dicho por Ramón Calderón no es cierto, o lo que es lo mismo, pasado a límpio, que miente.

Y el aficionado blanco… ¿qué piensa de todo esto? ¿Está contento con que su equipo, en la persona de su presidente, sea el hazmerreir del fútbol mundial? Seguro que no.  Por la calle se palpa que la hinchada blanca mira para otro lado dependiendo de si la pelotita entra o no, igual que miraron a otro lado tras el periodo elecotral y el famoso voto por correo. En los años pasados se ganaron dos títulos de Liga y se olvidaron los intentos por fichar a Kaká. Esta campaña el equipo de Schuster tiene como objetivo la Liga de Campeones, evidentemente no debe perder de vista la Liga y la asignatura de la Copa, por eso, si no se consiguen los objetivos, los fantasmas de Villa, Cazorla y sobre todo Cristiano Ronaldo, sobrevolará el Bernabeu muchas veces esta temporada. Que se lo piense mucho Calderón, porque el hablar mucho hace que se comentan errores que le hacen quedar en evidencia. Incluso esta misma semana el presidente decía una cosa y el entrenador decía otra. Ahora solo falta que salga el hombre del traje gris… Pedja Mijatovic.