El hotel más lujoso y más deseado de La Mancha, con panorámicas sobre Toledo y con un spa de ensueño ¿Te lo vas a perder?
Coordina: José Buitrago El hotel Eurostars Palacio Buenavista 5* está construido en el entorno del antiguo Palacio de Buenavista, un impresionante edificio renacentista del siglo XVI. El palacio se erigió en una finca cedida por el rey de España Felipe III al cardenal Bernardo de Sandoval y Rojas en 1599. Según algunos historiadores, el recinto fue diseñado por el Greco, en su única incursión en el mundo de la arquitectura.
En un armonioso ensamblaje de historia y vanguardia, de lujo y tranquilidad, el Eurostars Palacio Buenavista es el objeto del deseo de los visitantes de Toledo. Ocupa el espacio donde en su día se erigió el Palacio de Buenavista, diseñado según parece por el mismísimo Greco y donde solían reunirse en tertulias afamados hombres de las letras y las artes como Miguel de Cervantes, Tirso de Molina, Baltasar Gracián y el propio Greco.
Ese palacio es hoy un auténtico oasis de lujo y descanso, con panorámicas privilegiadas sobre el casco histórico de Toledo, con 117 habitaciones y suites de lujo, un completo spa con toda gama de circuitos y servicios de masaje y belleza, y un centro de convenciones que cuenta con más de 20 espacios donde celebrar eventos familiares y profesionales a su medida. El hotel dispone también de una amplia zona ajardinada, piscina, fitness center 24 horas y parking cubierto. Es, posiblemente, uno de los establecimientos con mayor nivel de satisfacción de clientes al sur del área de Madrid.
Con una superficie de 1.500 m2, las instalaciones termales del hotel son las más completas de Castilla La-Mancha. El Restaurante Don Quixote, enraizado en la tradición de la gastronomía manchega, se ha hecho ya con un sólido hueco en las mejores guías gastronómicas de la región.
El jardín del cigarral fue uno de los más elaborados y cuidados del momento, donde convivían ciervos, gacelas y estatuas de ninfas.
El Conde de Romanones, una de las figuras políticas más destacadas de España en la época, adquirió la propiedad en 1923 y llevó a cabo una profunda restauración del complejo. En esta época se alojó en varias ocasiones al rey Alfonso XIII, adonde acudía para ajorase durante sus cacerías en la zona. A inicios del siglo XX las ruinas del palacio fueron reconvertidas en hotel de lujo.
Ese palacio es hoy un auténtico oasis de lujo y descanso, con panorámicas privilegiadas sobre el casco histórico de Toledo, con 117 habitaciones y suites de lujo, un completo spa con toda gama de circuitos y servicios de masaje y belleza, y un centro de convenciones que cuenta con más de 20 espacios donde celebrar eventos familiares y profesionales a su medida. El hotel dispone también de una amplia zona ajardinada, piscina, fitness center 24 horas y parking cubierto. Es, posiblemente, uno de los establecimientos con mayor nivel de satisfacción de clientes al sur del área de Madrid.
Con una superficie de 1.500 m2, las instalaciones termales del hotel son las más completas de Castilla La-Mancha. El Restaurante Don Quixote, enraizado en la tradición de la gastronomía manchega, se ha hecho ya con un sólido hueco en las mejores guías gastronómicas de la región.
La propuesta gastronómica de Eurostars Hotels nace de un estrecho vínculo con el entorno y una clara vocación por preservar la tradición culinaria del lugar en un contexto de modernidad y vanguardia que lejos de romper con las raíces las reivindica ofreciendo una vuelta a los orígenes, en los que calidad prima sobre la variedad y el producto es el gran protagonista. Un retorno a la esencia más auténtica y original de la cocina de mercado, ecológica y de km 0, que apuesta también por pequeños productores locales. Defendemos una cocina ligada a la tradición que dialoga con su entorno y se fundamenta en un recetario clásico en el que el producto es el eje conductor y la modernidad la herramienta para ensalzarlo mediante una presentación innovadora, diferente y sorprendente. La filosofía gastronómica de Eurostars Hotels se basa así en la recuperación de esa cocina de siempre adaptándola a las nuevas técnicas culinarias y trabajando desde la sencillez y la pasión por los sabores más arraigados a la tierra. En definitiva, una cocina de mercado, auténtica y original en la que el sello de calidad se sustenta en la vuelta a la tradición y la búsqueda del mejor producto local.