El incidente de Alfredo Prada en Brasil le cuesta el puesto al cónsul español
Redacción Madrid. 18 de diciembre.
El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación anunció hoy que ha ordenado el cese del cónsul general de España en Sao Paulo (Brasil), Fernando Martínez Westerhanusen, tras conocerse un informe reservado sobre el incidente que se produjo el pasado día 10 de diciembre con el dirigente del PP Alfredo Prada en un aeropuerto de Brasil. El documento vincula estos hechos con el supuesto trato que se dispensa a los brasileños en el aeropuerto madrileño de Barajas. El departamento que dirige Miguel Angel Moratinos informó en un comunicado de que la decisión del cese se produce una vez oída la Junta de la Carrera Diplomática y de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 6 del Real Decreto 674/1993 de Provisión de Puesto de Trabajo en el Extranjero para funcionarios de la Carrera Diplomática. El citado artículo que esgrime Exteriores para el cese de Martínez Westerhanusen alude a la potestad del ministro de esta cartera para la "libre designación" de funcionarios, previa propuesta no vinculante de la Junta de la Carrera Diplomática. Los funcionarios nombrados por este procedimiento, prosigue el artículo, "podrán ser removidos discrecionalmente, independientemente del tiempo que hayan prestado sus servicios en el puesto de trabajo, oída la Junta de la Carrera Diplomática". En el 'informe reservado', al que tuvo acceso Europa Press, Martínez Westerhanusen indicaba además que el incidente con Prada demuestra que el episodio de la inadmisión y, en su caso, de expulsión de brasileños de nuestro país "no ha sido aún satisfactoriamente resuelto y por ello aflora de vez en cuando". En el citado documento, informa al Ministerio de Asuntos Exteriores, de manera detallada, de la "retención de Alfredo Prada", responsable de emigración del Partido Popular, el día 10 de diciembre en el aeropuerto de Guarulhos, en Sao Paulo. En este informe se expone que lo ocurrido tiene características de "retorsión" --la acción de devolver o inferir a alguien el mismo daño o agravio que ha recibido-- "aplicada por el trato que supuestamente se dispensa a los brasileños en el aeropuerto de Barajas". Además, explica también el comportamiento que le dispensó al propio cónsul el Comisario de Policía, que le mandó callar bajo la "amenaza" de acusarle de coacción a la Policía, la actitud "un poco humillante" que mantuvo el fiscal, que "fue complementada por la de la jueza", quien recurrentemente añadía la "coletilla" de que el señor Prada había recibido "mejor trato" que el "dispensado a los brasileños en Barajas". El citado 'informe reservado', al que ha tenido acceso Europa Press, comienza describiendo la llamada telefónica que recibió el Cónsul de Alfredo Prada, explicándole que se encontraba "retenido" en el aeropuerto. "Según me dijo, había discutido con una de las funcionarias del escáner en torno a si podía llevar o no un frasco de colonia de 100 mililitros y un tubo de crema de afeitar del mismo volumen", relata. INTIMIDACIONES Y MALOS TRATOS DE LA POLICIA Añade que la discusión se encrespó y que un policía federal pidió al político del PP que le acompañase a la Comisaría y le retiró el pasaporte. "Según afirma el señor Prada, fue objeto de intimidaciones y malos tratos por parte de policías federales", explica el Cónsul, quien añade que a su llegada a la Comisaría, la Policía Federal "tuvo buen cuidado en comportarse correctamente". Sin embargo, expone que "al intentar yo resolver por las buenas --y en tono de la mayor cordialidad-- el asunto para evitar que el problema subiera de nivel, el Comisario me amenazó con acusarme de coacción a la Policía si no me callaba". El documento recoge también que la Policía Federal acabó acusando a Alfredo Prada de "desacato" y que iniciaron el correspondiente expediente que les llevó al Juzgado de Primera Instancia de Guarulhos, donde se celebró una audiencia de "tentativa de transacción penal", que consiste, según se explica, en un acuerdo entre el presunto autor de los hechos y el fiscal con intermediación de un juez, con el fin de determinar una multa con la que concluye el procedimiento. Este es un paso previo a la acción penal, a la que se llegaría si no hay acuerdo. Fue allí donde el Fiscal pidió un certificado de antecedentes penales y la vista tuvo que posponerse al día siguiente, hasta recibir por mail desde Madrid una copia de dicho certificado, ya que el fiscal no aceptó el ofrecimiento del Cónsul de extender uno en el que se afirmara que no tenía constancia de que el señor Prada tuviera antecedente penales. Tras el desarrollo de la audiencia, la conclusión del Cónsul es que el incidente tenía "algunas características de retorsión, aplicada por el trato que supuestamente se dispensa a los brasileños en el aeropuerto de Barajas". EL FISCAL ACTUO DE MANERA UN POCO HUMILLANTE Pone como ejemplo que el fiscal, en su exposición, señaló que algunos extranjeros "consideran a Brasil una república bananera" y añade que "de manera que podría parecer un poco humillante, hizo hincapié en el carácter 'pedagógico' de la medida que proponía, para que sirviera de lección al señor Prada". En base a estos argumentos, el fiscal propuso una multa de 25.000 reales, que equivalen a unos 8.300 euros, cuando la multa por este tipo de casos suele ser de unos 300 euros, tal y como expuso el abogado durante la audiencia. "Afortunadamente y tras una hábil negociación del citado abogado, la multa quedó finalmente establecida en 6.000 reales, equivalentes a unos 2.000 euros, cantidad de todos modos muy superior a la habitual e inmediatamente satisfecha por el señor Prada", recalca el informe. El Cónsul también hace constar la actitud que mantuvo la juez, de la que afirma que la "conducta" del fiscal fue "complementada" por esta --de quien señala que "por cierto, hizo gala de ser hija de aragoneses y tener pasaporte español--. Según el documento al que ha tenido acceso Europa Press, la juez, en la primera sesión de la audiencia --que se desarrolló en dos sesiones-- ya hizo una alusión a que "el trato recibido por el señor Prada era mejor que el dispensado a brasileños en Barajas, repitiendo en varias ocasiones el mismo latiguillo durante el desarrollo de la sesión del jueves 11". Incluso, señala el diplomático español, al final de la audiencia "se refirió a mi en tono de chaza, diciéndole a nuestro oficial administrativo Gilson Bonini algo así como: 'Ah, ¿ese es el Cónsul?, pues espero que no me impida el paso en Barajas". JUEZ Y FISCAL NO SE HABRÍAN ATREVIDO SIN CONSULTAR A SUPERIORES El informe dice que la descrita conducta del fiscal y la juez "suscita interrogantes" sobre si ambos actuaban tras consultar a sus superiores y/o a la Policía Federal y "siguiendo sus indicaciones". El Cónsul señala que se inclina a creer que sí, "ya que --argumenta--, dada la potencial conflictividad del asunto, dudo que se hubieran atrevido a obrar por su cuenta con el talante que he relatado". A su entender, este episodio "revela" que el tema de la inadmisión y, en su caso, expulsión de brasileños de España "no ha sido aún satisfactoriamente resuelto y por ello aflora de vez en cuando". "Tal vez --expone-- una de las dificultades radique en que esta opinión pública haya asumido la convicción de que no tratamos correctamente a los brasileños, siendo muy difícil erradicar ese sentimiento. El documento también resalta que, en el incidente de Alfredo Prada, una vez conseguido el acuerdo, la "transacción penal" implica el archivo del caso "sin que quede registrado para nada en los antecedentes del autor del hecho".