El juicio contra 'Nanysex' queda visto para sentencia
El juicio contra la red de pederastas dirigida por Álvaro Iglesias, conocido como 'Nanysex', quedó ayer visto para sentencia tras casi dos semanas de sesiones y con el único arrepentimiento de Eduardo Sánchez Moragues, alias 'Todd', quien se valió de su derecho a la última palabra para pedir perdón a "las víctimas, a sus familias y a la sociedad", según su abogado, por el daño causado por sus actos. "Pido perdón y me muestro arrepentido", aseveró.
Por el contrario, 'Nanysex' desaprovechó la última oportunidad que tenía para pedir disculpas por las aberrantes vejaciones a las que sometió a los pequeños y no mostró ápice de remordimiento alguno. "No tengo nada que decir", esgrimió con la cabeza gacha, unas palabras a las que se adhirió José Gómez Cansino, apodado 'Aza', con semblante tranquilo, la misma actitud que ambos han mantenido cada día. No obstante, el abogado José Manuel Orbán, que defiende al anterior, manifestó al tumulto de periodistas que se congregó en la Audiencia madrileña que su cliente le indicó que "se sentía arrepentido y que no le volvería a ver en un proceso similar". "Creo que esto no volverá a pasar", deseó.
"Mi cliente está tremendamente dolido por los niños, sus padres y por sí mismo", desveló. En su informe, defendió que los vídeos en los que José aparece vejando a los menores han sido "manipulados" por la Brigada de Investigación Tecnológica (BIT), que dirigió la 'Operación Kova'. El abogado Manuel Maza, de la acusación particular, reveló que Orbán llegó a emocionarse, con lágrimas incluidas, cuando departía en la Sala sobre los abusos que cometió su cliente contra dos pequeños de Vigo, los que, según Maza, 'Aza' denominaba sus "esclavos sexuales".
Por su parte, Antonio Olmos fue el único que usó su última palabra para defenderse de los hechos de los que se le acusa, sobre los que aseguró que "no hay pruebas" contra él. Se quejó de la falta de profesionalidad del perito que rastreo la Red, puesto que "desconocía" el funcionamiento de 'Undernet', el chat donde el procesado se movía para obtener imágenes. Según su versión, contada por Maza, en las fotografías que adquirió aparecían personas adultas.