La evolución tecnológica no descansa, creándose cada día nuevos aportes innovadores que pretenden mejorar nuestra calidad de vida en diversas facetas como la salud, el comercio o la educación. Esta profunda transformación que es positiva en líneas generales, arrastra también una serie de consecuencias menos halagüeñas sobre los sectores que más problemas de adaptación tienen, como es principalmente los relativos al ámbito rural.

Como acabamos de nombrar, uno de los campos que han sufrido en mayor medida la evolución tecnológica ha sido el educativo. Las metodologías y los medios clásicos, que eran esencialmente tangibles, han dado paso a un conocimiento que depende de fuentes que ya están en “la nube”. Este salto gigantesco supone la inversión en una serie de elementos tecnológicos como complemento al material educativo de siempre, que van desde el uso de tablets u ordenadores a la necesidad de disponer de conexión a la red. Esta realidad, que por un lado acerca una enseñanza mucho más masiva y completa; por otro lado, supone un esfuerzo económico que no está al alcance de todos los bolsillos, especialmente de los de familias de medios menos desarrollados.

Esta serie de problemáticas han llevado adelante proyectos que están a punto de arrancar, concretamente en el mes de septiembre de la mano del Centro Polivalente de Alfambra. Teruel disfrutará de un centro de venta de robótica educativa de forma física y online, que llegará hasta las zonas más despobladas, y que será destinado principalmente a formar y ofrecer estudios extraescolares mediante sistemáticas alternativas. Varios son los ejemplos de iniciativas interesantes e innovadoras que se propondrán en estos centros para los alumnos, pero quiero destacar fundamentalmente la referente a las clases de inglés, diseño web, alquileres turísticos, alquiler de aulas... Estas se estructurarán con grupos reducidos, facilitando así el aprendizaje del alumnado. La pequeña localidad turolense de Alfambra dispondrá de un C de formación con presencia de estos profesores, ofertando también clases de robótica educativa para docentes, una auténtica revolución en esta zona concreta.

Este tipo de iniciativas suponen una oportunidad única para el medio rural, luchando contra el analfabetismo tecnológico brindando un horizonte lleno de posibilidades para la juventud rural de Teruel. Enseñanza e innovación forman una dupla perfecta que vendrá cargada de ventajas, como la opción de viviendas gratuitas o descuentos en clases. Además, se pretende orientar a los estudiantes, en cuanto a acercarles el conocimiento y la práctica que les permita emprender ideas propias en el futuro. Este método es el único que garantiza un progreso constante y conjunto de la sociedad y de la tecnología.

La robótica es uno de los sectores más prometedores y potentes en nuestro país, ya que está ofreciendo soluciones y necesidades de empleo en ámbitos muy variados. Estas innumerables ventajas, como hemos analizado, no deben convertirse en obstáculos para el progreso del medio rural, por lo que acercar la innovación a estas regiones es la mejor solución. Cuanto antes se comience a asumir esta idea, antes de podrá dotar de una mayor calidad de vida a un creciente número de habitantes. Difundir estos proyectos es la labor inicial que se debe emprender para promover una educación universal y al alcance de todos.