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Diario YA


 

el Gobierno de Ankara asesinó a un millón y medio de armenios

El ministro turco y sus molestias

Alicia Escamilla. Al ministro turco R.T. Erdogan le molesta que los Parlamentos de diversas naciones comiencen a reconocer de manera oficial que, a principios del siglo pasado, el Gobierno de Ankara asesinó a un millón y medio de armenios. A este paulatino esclarecimiento de la verdad no es ajena la acción de la diáspora armenia, los descendientes -hoy repartidos por el mundo- de aquellas víctimas que hace casi un siglo no tuvieron otra elección que salvar la vida a costa de abandonar la patria.

El enfado de Turquía lo pagan los armenios que hoy habitan este país tan joven que antes fue república soviética: los armenios "de dentro". Erdogan dirige su ira contra los que trabajan ilegalmente en Turquía, a quienes amenaza con la expulsión del país: si los armenios de la diáspora presionan para que el genocidio de 1915 salte a las primeras páginas de los periódicos, Turquía fastidia a los armenios que más a mano tiene, a sus vecinos, dificultando sus posibilidades cotidianas de subsistir. Turquía sabe que, con frecuencia -y es muy lógico que así suceda-, la necesidad de sobrevivir amaina otro tipo de reivindicaciones aunque, como en este caso, tengan que ver con la verdad y la justicia históricas. Turquía juega a dividir; confiemos en que no venza.