El nacimiento del protestantismo
Javier Paredes. Desde el nacimiento del cristianismo ha habido, hasta nuestros días, sólo dos grandes acontecimientos: el nacimiento del Islam y el del protestantismo. Tocan el nervio central del espíritu greco-latino-cristiano y lo cuestionan en su raíz.
El Islam reivindica un monoteísmo que hace imposible la Encarnación, la Redención y la vida trinitaria de Dios. Tiene la ventaja de que nace fuera del cristianismo. Por el contrario, el protestantismo brota de las manos de un agustino, Martín Lutero, en medio del Occidente cristiano. Pero también hay una profunda desfiguración de la relación entre Dios y el hombre. El hombre tiene dos rasgos característicos, a saber, una libertad ciega y arbitraria, y una maldad radical. Dios no puede inclinarse sobre el hombre y rescatarlo y abrazarlo, sino tan sólo encapricharse de él como un cacique soberbio.
El espíritu del protestantismo se encuentra en el corazón del secularismo contemporáneo y prepara el terreno para la llegada del Anticristo.
El 10 de noviembre de 1483 nació Martín Lutero.