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Diario YA


 

Su victoria ha traído también interés por las ideas desarrolladas en su discurso de “centro compasivo”

El nuevo conservadurismo social de Cameron

José Luis Orella. El 6 de mayo, el Partido conservador llegó en cabeza de las elecciones legislativas con un 36,1% de los sufragios y 306 escaños en la Cámara de los Comunes. El Partido laborista (Labour) del Primer Ministro saliente Gordon Brown llegó en 2ª posición obteniendo un 29% de los votos y 258 escaños (-91). Los Liberales-Demócrata (LibDems) de Nick Clegg consiguieron un 23% de los sufragios y 57 escaños (-5). Los otros escaños fueron para el Partido democrático de Ulster (DUP), 8 escaños (-1); el Partido nacional escocés (SNP), 6 (=); el Sinn Fein (SF), 5 (=); el Alegato Cymru (PC), 3 (+1); el Partido laborista y socialdemócrata (SDLP), 3 (=); el Partido de la alianza (APNI), 1 (+1) y los Verdes (G), 1 (+1).

La victoria de Cameron ha traído también interés por las ideas desarrolladas en su discurso de “centro compasivo”, que da respuesta al programa que Giddens preparó a Blair como “nuevo laborismo”, y que intentaba ser una nueva vía entre el socialismo y el capitalismo, aunque resultó ser una variante del liberalismo individualista. La derrota de Gordon Brown se circunscribe al abandono de la lucha por las grandes ideas a favor del pragmatismo de utilidad. Cameron ha recuperado para los conservadores la frescura de luchar por un cambio cultural. La idea del nuevo “centro compasivo” va ligada a que el término derecha se encuentra vinculado al liberalismo radical de Thatcher que con su reforma necesaria, hundió a las masas populares de la Inglaterra industrial, sin darles una alternativa social. Justo lo contrario que en España, donde la palabra centro se identifica con la defensa de un liberalismo radical individualista carente de mensaje social.

El nuevo conservadurismo inglés tiene que contentar a los libertarios individualistas de su propio partido, entre los cuales existe un influyente lobby gay que favorece las posturas individualistas frente a las sociales. Sin embargo, las ideas que le han dado el triunfo en unos momentos de fuerte crisis económica han sido la promoción de la justicia social, los valores familiares y el fortalecimiento de la sociedad civil a través de la política local. Los think tanks que le han “fabricado” el mensaje son: The Centre for Social Justice (CSJ) y ResPublica. El primero está dirigido por Ian Duncan Smith, frustrado antecesor de Cameron en el partido tory, militar de carrera, uno de los pocos escoceses conservadores, en Escocia son casi inexistentes, y converso al catolicismo, lo que redunda en su mensaje social a favor de reforzar la familia como pieza clave de la sociedad británica. Sus informes demuestran que la destructuración familiar fomenta el fracaso escolar t la búsqueda del placer en las adicciones a las drogas y el alcohol. En cuanto al segundo, está dirigido por Phillip Blond, un conservador social, originario de una familia obrera de Liverpool, que pretende que el Estado vuelva a quedar al servicio de la sociedad, y donde los servicios sean gerenciados por las administraciones locales, más cercanas al individuo. En definitiva un conservadurismo que huye del individualismo egoísta radical que fomentó Thatcher en su momento, y una recuperación de los valores familiares y morales para reconstruir la sociedad británica. Los conservadores se han dado cuenta de la necesidad de tener una sociedad civil fuerte y recuperar un compromiso de proyecto moral común para todos los británicos.