Como en años anteriores, el "orgullo gay" se pavonea en Madrid , con el beneplacito del alcalde Gallardón y de la señora Aguirre, muy señora mia, que no tienen ni pizca de vergüenza. Los dos, miembro y miembra del centro liberal progresista, también llamado PP, no hacen más que cabrear a su supuesto electorado hasta que llegue el momento en que se cisquen en el voto del miedo y les manden a tomar mejores vientos.
Ahora la gentuza se pasea por toda España, sin respetar ni a los niños, y la Bibiana la goza al ver a sus esperpentos haciendo lo que son. Cuesta trabajo creer que esto era lo que queria Alfonso Guerra cuando dijo aquello de que "a España no la va a conocer ni la madre que la parió". Sería de agradecer que don Alfonso se aclare , y también el nuevo Don Felipe Gonzalez. Dejar que la chiquita Bibiana sea la escandalosa del Rodriguez, para despistar a la ciudadania ahora que vamos camino de los cinco millones de parados, y hambre como pocas veces conocido, es el mayor insulto intolerable.
La Aguirre y el Gallardón financian de muchas maneras a los gay. Se les organiza todo un entramado para que exhiban sus desvergüenzas. Es decir, gastan el dinero del contribuyente en lo que no deben, y, mientras tanto, al pobre que pide con la mano extendida, ni agua, tal como suena, a pesar de que este año los embalses están bastante llenos.