"El País" abre la veda contra Carlos Dívar al que califica en portada como "muy religioso"
Redacción Madrid. 23 de Septiembre.
En la España atea y proclive a la Alianza pro-musulmana que ha fabricado Zapatero, ser católico es un delito de lesa humanidad. Seguramente por eso, el diario El País titula hoy en portada que "Zapatero sitúa a un magistrado muy religioso al frente del Poder Judicial", dentro de la campaña crítica que desde hace algunos meses está llevando a cabo el buque insignia del Grupo Prisa contra el presidente del Gobierno. En la noticia, el redactor de El País afirma que "el presidente José Luis Rodríguez Zapatero ha optado por un hombre supuestamente neutral" como Carlos Dívar, de lo que se colige que ser "muy religioso" (o sea, muy católico) es un impedimento para la neutralidad en el ámbito profesional, algo que hasta ahora desconocíamos el resto de los mortales.
Pero lejos de causar escándalo o indignación, la propuesta de Dívar para presidir el CGPJ y el TS causó ayer una enorme satisfacción en medios judiciales. Hombre de acreditada experiencia y solvencia jurídica, con casi 40 años de experiencia, Carlos Dívar se ha caracterizado siempre por su contundencia en los interrogatorios a etarras. Según contaba ayer el diario La Nación, el juez solía finalizar sus interrogatorios a los asesinos de ETA con esta recomendación: “Espero que Dios se apiade de usted y durante todo este tiempo le haga meditar sobre el mucho dolor que usted ha causado”.
En efecto, Carlos Dívar es un hombre católico practicante y de comunión diaria (o sea, "muy religioso", en la jerga polanquista) y se ha reconocido muchas veces como contrario al aborto y a la eutanasia. Características personales que no le han impedido estar en la carrera judicial desde el 6 de noviembre de 1969 (cuando ingresó a la edad de 27 años) sin pertenecer a ninguna asociación judicial.
A lo largo de su trayectoria ha desempeñado sus funciones como juez durante 28 años en la Audiencia Nacional --desde su fundación--, primero desde 1980 hasta 2001 al frente del Juzgado de Instrucción número 4 y después como presidente de la institución, cargo que desempeñaba en la actualidad tras ser reelegido en diciembre de 2006.
El elegido para dirigir el máximo órgano de gobierno de los jueces cursó sus estudios en la Universidad de Deusto y Valladolid y a lo largo de su trayectoria ha sido galardonado con reconocimientos como el IV Premio Diálogo a la Amistad Hispano-Francesa o con la Gran Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort.
Además, en los últimos años, Dívar ha dirigido cursos sobre delincuencia organizada, terrorismo o acuerdos en materia de extradición.