Wenceslao Pérez Gómez. 13 de abril.

El Parlamento Europeo  ha aprobado una proposición de ley que obliga a equipar a todos los vehículos de nueva matriculación con el Programa Electrónico de Estabilidad, también conocido como sistema ESP, que ayuda al conductor en casi todas las situaciones de conducción críticas. Este sistema combina las funciones del Sistema Antibloqueo de Frenos, ABS, y del sistema de Control de Tracción, ASR, y también registra los movimientos de derrape del vehículo y actúa activamente para evitarlos.
Según esta nueva norma, a partir de noviembre de 2011, todos los nuevos modelos de turismos y vehículos industriales que se matriculen en la Unión Europea, deberán estar equipados con este sistema de seguridad activa, y desde 2014, esta medida se ampliará a todos los vehículos de nueva matriculación, sin excepción. La propuesta debe ser sometida a la aprobación formal del Consejo de Ministros de UE para su directa aplicación en todos los estados miembros.
La obligatoriedad del equipamiento del ESP, forma parte de un amplio paquete de medidas con el que la UE desea incrementar la seguridad vial y reducir el consumo de carburante. De esta manera, los vehículos industriales con un peso total admisible a partir de 3,5 toneladas y los vehículos de transporte de personas con capacidad para más de ocho viajeros, también tendrán la obligación, en los nuevos modelos, a partir de 2013 y, desde 2015 en nuevas matriculaciones que junto al equipamiento de ESP,  lleven instalados sistemas de predicción de frenada de emergencia y de sistemas de aviso de cambio de carril.
Para reducir el consumo de combustible, se quiere implantar el uso de neumáticos de poca resistencia a la rodadura y la instalación de sistemas de control de presión de los neumáticos, a partir de 2012.
Hay que recordar  que la Comisión Europea se propuso en 2001, reducir a la mitad hasta el año 2010, el número de muertes por accidente de tráfico en la UE, es decir, que de los 50.000 muertos al año que se producían en esas fechas, se quiere llegar a 25.000 fallecidos por las mismas causas. Como referencia del descenso de muertes en accidente de tráfico, hay que destacar que en 2006, el número de fallecidos en las carreteras europeas por accidente, alcanzó una cifra cercana a las 39.500 personas.