El paro
Pablo Bascuas Para iniciar este espacio de opinión, voy a tratar de escribir sobre un problema endémico dentro de la estructura económica de España. El porcentaje de parados en este país, si observamos los datos de los últimos 30 años, es alto en comparación con el resto de los países de la UE, ya que incluso en la época de la burbuja inmobiliaria teníamos una tasa de paro fluctuando entre el 8% y el 10%. Lejos queda ese segundo trimestre del año 2007 en el cual la tasa de paro se situaba en el 7,95% y se decía que estábamos en la “Champions League” de la economía, cuando solamente faltaban unos meses para que la burbuja estallase. Los últimos datos de la EPA nos muestran una tasa de paro del 26,03% ( 25,31% los hombres y 26,87% las mujeres), pero si estos datos son malos, por no decir que terroríficos, peores son los datos que nos ofrece la EPA para los grupos de edad comprendidos entre los 20 y los 30 años. Entre los hombres que tienen una edad comprendida entre los 20 y los 24 años, la tasa de paro creció desde un 10,79% en el último trimestre del año 2006, hasta instalarse actualmente en un 51,60%, con los datos de la última EPA. Este gran crecimiento de la tasa de paro entre la gente joven viene producido por la crisis del ladrillo que llegó tras el boom inmobiliario de principios del S. XXI, auspiciado por la Ley del Suelo del 98, el crecimiento de las hipotecas y la facilidad con la se compraban concejales que se llevaban miles de euros a cambio de recalificaciones millonarias. Durante esos años mucha población joven abandonó sus estudios, ayudando a aumentar los datos de abandono escolar, y se vieron beneficiados de unos salarios poco acordes a la baja calificación laboral de los empleos que realizaban. Si observamos los datos por comunidades autónomas, podemos entender que el problema del paro entre menores de 25 años es distinto entre las diversas regiones, ya que entre la comunidad con menor paro y la que tiene una mayor tasa de paro entre los jóvenes existe una diferencia de casi 17 puntos porcentuales. Como sucede en muchos casos hay que diferenciar entre el norte y el sur, un norte con menos paro (Navarra 45,47% o Asturias 46,98%), mientras que en el sur se encuentra la comunidad con mayor tasa de paro entre los menores de 25 años y esa es Andalucía, que como ocurre año tras año es líder en paro, que cuenta con un 63,93% de tasa de paro entre los menores de 25 años. Pero no nos ha de cegar la crisis, el paro entre los jóvenes es un problema persistente en España y seguirá siéndolo mientras no se decida la clase política reunirse en una mesa y negociar un gran plan de fomento del empleo juvenil, en la que se tengan en cuenta tanto a sindicatos como a la patronal y las ideas que proporcionen las diferentes agrupaciones políticas sean del signo que sea. Si no se soluciona este grave problema, el futuro de las futuras generaciones estará en el extranjero, con la consiguiente perdida de competitividad para el país dentro de los sectores más productivos o más tecnológicos. Por lo tanto, no puede decir un gobierno que vemos la luz al final del túnel de la crisis cuando existe una “monstruosa” tasa de paro que está estrangulando el consumo interno y el futuro de una ya casi inexistente clase media.