El Partido Popular del País Vasco mira "con confianza" a un futuro "que debemos saber aprovechar"
Redacción: La labor de los políticos vocacionales en Vascongadas sigue siendo admirable. Ese es el caso de las personas que han sabido cerrar el acuerdo entre el PSOE y el PP, como arancha Quiroga, Basagoiti o Pachi López, de gran importancia para el futuro de esta región española. Desde aquí apoyamos tanto a socialistas como populares vascos a seguir por ese camino. El PP Vasco ha publicado un documento de alto valor ante el 31 aniversario de la Constitución donde subraya que es el momento de parovechar la oportunidad. Ver aquí:
Se cumplen 31 años de la aprobación de la Constitución. Desde esa fecha se han sucedido los acontecimientos en España, con la alternancia de diferentes gobiernos y el desarrollo del Estado de las Autonomías.
La Constitución representa el acuerdo entre diferentes, y permite que todas las ideas y posiciones políticas democráticas puedan ser defendidas en igualdad de condiciones
Hoy queremos destacar como el hecho más relevante para todos la consolidación de nuestra democracia, el ensanchamiento de las libertades y, sobre todo, la confirmación de un proyecto común integrador, que garantiza la convivencia y respeta la pluralidad enriquecedora de España.
La sociedad española, y de manera especial la sociedad vasca, necesita poner en valor instrumentos que permitan el entendimiento y el acuerdo, y la Constitución favorece el encuentro en una sociedad plural y diversa como la nuestra
Es aquel acierto colectivo, su vigencia y su proyección futura, lo que hoy debemos conmemorar. Eso es lo que representa la presencia del Lehendakari y la de la Presidenta del Parlamento Vasco, Arantza Quiroga, en los actos que tendrán lugar mañana en Madrid. Los vascos nos sentimos partícipes del proyecto constitucional y queremos contribuir como los primeros.
Quienes cuestionan el valor integrador de la Constitución, también en el País Vaco, reniegan de su responsabilidad y de su compromiso por cohesionar los valores democráticos que deben sustentar cualquier sociedad moderna
No faltan, casi un tercio de siglo después, fuerzas políticas que ponen freno al desarrollo de una realidad constitucional ampliamente desarrollada; es lo que hace el PNV cuando dificulta la transferencia de las políticas activas de empleo, cuando antepone intereses de partido a las previsiones constitucionales y estatutarias que permitirían afrontar mejor la situación de quienes más padecen con la crisis económica.
El debate político debe, por tanto, salvaguardar aquellos acuerdos que contribuyen a afianzar las bases de una sociedad democrática por encima de las legítimas diferencias partidarias
Todos sabemos que la Constitución es, sobre todo, un sistema de libertades que garantiza nuestra convivencia y nos prepara para ganar el futuro. Pero también un elemento clave de nuestra fortaleza para defender desde la unidad y con garantías nuestros intereses en el mundo. La situación vivida con el secuestro del Alakrana es elocuente.
La Constitución es el resultado del acuerdo y el consenso político que cualquier sociedad necesita para su desarrollo, y es responsabilidad de todos prestigiar y defender su valor como elemento integrador
Para nosotros los vascos, la Constitución y el Estatuto que nace de la Carta Magna, son marcos en los que articular nuestras relaciones, instrumentos que nos permiten preparar el País Vasco para las generaciones venideras.
Quienes atacan la Constitución abren de forma premeditada e irresponsable, la puerta a nuevos desencuentros, primer y más importante propósito que los propios constituyentes trabajaron por evitar y que nos corresponde cuidar a nosotros
Constitución y Estatuto constituyen las reglas de juego por las que hemos decidido se rija la convivencia democrática en Euskadi y en toda España, para evitar las divisiones que algunos siguen pretendiendo instalar entre los vascos.
Y quienes se alimentan del enfrentamiento y el desencuentro ciudadano por simples intereses electorales abren la puerta a quienes utilizan el terrorismo para intentar imponer su proyecto antidemocrático
La Constitución ha hecho posible una convivencia plural enriquecedora. En cada rincón de España se puede pensar y ser libremente lo que uno quiera. En cada rincón de España, con la dolorosa excepción de aquellos lugares donde las personas siguen sometidas a la amenaza etarra.
La Constitución representa la apuesta por la normalidad política e institucional en la que sigue creyendo la mayoría social vasca, por encima de intereses partidarios
Por ello hoy es importante recordar que la Constitución obtuvo en el País Vasco el triple de apoyos que de rechazos; que la respaldaron el 70% de quienes acudieron a votar; y que frente a ella sólo se ha esgrimido la extorsión violenta o proyectos excluyentes, dispuestos a discriminar a vascos, y a vascos con el resto de los españoles.
En Euskadi, la Constitución y el Estatuto representan, precisamente lo contrario: Marcos de convivencia y entendimiento, opciones de democracia en paz y libertad, posibilidades de futuro y prosperidad para todos los vascos.
Seguimos apostando por deslindar de la legítima diferencia política el valor de un documento que después de más de 30 años sigue siendo válido como punto de encuentro del conjunto de la sociedad
31 años después, la Constitución Española del 78 sigue siendo la "Constitución de la Concordia"; el instrumento que ha permitido armonizar la vida de casi 45 millones de españoles, incluidos dos millones de vascos, afrontando los cambios trepidantes de un mundo a caballo entre dos siglos, ganando en libertades, en derechos y en prosperidad.
El Partido Popular del País Vasco mantiene su compromiso con la defensa del texto constitucional que de manera exitosa ha posibilitado disfrutar al conjunto de la sociedad del periodo democrático más amplio de su Historia
Estamos convencidos de que ese instrumento sigue siendo útil y eficaz para alcanzar, juntos, nuevas metas. Los vascos, el conjunto de los españoles, sabemos que la Constitución representa compromisos de presente y de futuro. Pero también, y sobre todo, nuevas oportunidades para todos.
Desde el balance, que hoy hacemos, de esos 31 años de buen hacer colectivo en el marco de la Constitución, queremos mirar con confianza a un futuro en el que debemos saber aprovechar, unidos, en democracia y libertad, esas nuevas oportunidades de convivencia y prosperidad.