El partido socialista no está mejor que los populares
Javier García Isac / Una Hora en libertad. Nuestra clase política dirigente sigue sin ser consciente de la pérdida de tiempo y la sensación de hartazgo que empezamos a tener de todos ellos. Seguimos con el espectáculo bochornoso, con el viaje hacia ninguna parte al que parece estamos abocados. No se dan cuenta que al final entre todos, mataran a la “gallina de los huevos de oro”.
Vamos camino de una repetición electoral. Dicen que lo poco gusta, lo mucho cansa y lo repetitivo aburre. Tengo claro que estamos en alguno de estos dos últimos estados. Vivimos en un escenario de ansiedad permanente, deseamos que todo se clarifique cuanto antes. Un parón psicológico que nos hace cada vez más desconfiados de aquellos que se autodenominan como padres de la patria. Una repetición electoral necesita que algo cambie, que alguno de los actores principales sea sustituido, que el paisaje sufra alguna modificación, que las propuestas de las organizaciones políticas sean novedosas.
No se trata de un volver a empezar, de un cambiemos todo para que todo siga igual. Rajoy no puede ser el candidato de los populares, no puede encabezar la lista de un partido que necesita más que ningún otro regenerarse. No se trata de auto engañarse con ser el partido más votado. Aquí gana las elecciones quien puede gobernar, no quien más votos recibe, y el partido popular está muy lejos de conseguir ese objetivo. Mal de muchos, consuelo de tontos.
El partido socialista no está mejor que los populares, pero eso no puede ser consuelo para una organización que no encuentra aliados en ninguna de las fuerzas políticas del actual arco parlamentario. Ciudadanos ha dejado claro su estrategia y entre sus preferencias no está el partido popular. Se encuentran mucho más cómodos con socialistas que con los populares, cosa por otro lado bastante lógico. Solo los incautos pensaban que ciudadanos era otra cosa que no entraba dentro de la denominada social democracia. Es un partido de izquierdas votado por la derecha. Albert Rivera pone pocas pegas a sus pactos con los socialistas y si muchos inconvenientes a sus pactos con los populares, cómodos en Andalucía y muy vigilantes en Madrid.
El “reseteo” que necesita la política Española no puede esperar. El secesionismo sigue su curso sin que a nadie parezca importarle, el parón social, político y económico afectara gravemente a la creación de empleo y a la inversión y sobre todo a la confianza de la ciudadanía hacia sus políticos. Estamos llegando al límite y ya ni siquiera el miedo a la llegada de malos y rancios populismos de izquierda conseguirá nuestra movilización. Sigo sin salir de mi asombro. Cada cierto tiempo a la izquierda le sale su vena “mata curas”.
Para ser considerado progresista en España, no es suficiente solo con comprar el diario “el país”, necesitamos “denunciar” los acuerdos con la Santa Sede, como si el Vaticano tuviera la culpa de todos los males que aquejan a España. De este juego y de esta visión participa ciudadanos. No entiendo como en pleno en pleno siglo XXI, el anti catolicismo, la cristiano fobia sigue dando votos, sobre todo en un país que se considera y se manifiesta mayoritariamente católico. En fin, mucho me temo que tendremos vacío de poder para rato, y más temo la visión corto placista de las organizaciones políticas y sus dirigentes.