El pequeño príncipe Jorge acapara toda la atención
Paula Gordon Gimeno. Los duques de Cambridge están realizando una visita oficial a Nueva Zelanda y Australia que, aunque naciones independientes, todavía son parte de la corona británica y reconocen a la reina Isabel II como propia. De hecho, el retrato de la reina sigue apareciendo en las monedas de estos países.
La visita real está siendo todo un éxito y el príncipe Guillermo y Kate Middleton despiertan gran expectación allí donde van. Con un cuidadísimo vestuario, la duquesa muestra su encantadora y radiante sonrisa por doquier, dando la sensación de estar encantada de encontrarse precisamente en ese lugar y con esas personas.
Un factor decisivo en el éxito del viaje es el hecho de que la pareja real haya decidido que les acompañe su hijo, el pequeño príncipe Jorge, de 8 meses. La familia real británica, que ha sabido salir airosa de muchas situaciones comprometidas, entiende que los herederos al trono deben hacerse visibles al público y estar presentes en los medios de comunicación tanto como sea posible, para que los ciudadanos sobre los que van a reinar les vean crecer y se vayan encariñando con ellos.
Kate Middleton, una mujer que no nació precisamente en el seno de una familia real, está haciendo su papel de esposa del segundo heredero con mucho éxito gracias a que ha comprendido que debe dejarse aconsejar por personas que entienden el “oficio” y no imponer su voluntad en cuestiones de las que hasta ahora no poseía ningún conocimiento. Por dar un ejemplo podríamos mencionar el hecho de que la reina Isabel II le pidió que no llevara faldas por encima de la rodilla, consejo que puso inmediatamente en práctica.