"El perfecto Amedo del 11-M sería El Chino"
Rafael Nieto. 30 de marzo.
“La cuarta trama” es un libro que no puede dejar indiferente a nadie. Contiene tanta información, narra tal cantidad de hechos graves, siniestros, maquiavélicos, que ningún ciudadano puede quedarse tranquilo al concluir su lectura. Es un libro que radiografía a la perfección lo que es la España de hoy, un sistema infectado de corrupción en el que, por suerte, también hay personas extraordinarias que alivian la convivencia diaria. José María de Pablo, abogado de varias víctimas de los atentados del 11-M y autor de la obra, nos recibe en su despacho para hablar de la “cuarta trama”.
Suponemos que habrá mucha gente que, después de leer este libro suyo, le habrá comentado su deseo de irse de España…
Bueno, creo que tampoco hay que llevar las cosas al extremo. Sin duda, la investigación policial y judicial del 11-M deja de manifiesto que ha habido muchas negligencias sobre temas importantes, y que ha habido mala fe también en algunos casos, eso es evidente. También hay policías que han trabajado honradamente y son la mayoría, creo que la mayoría de las personas que tienen este tipo de responsabilidades son responsables, trabajan bien y son gente honesta. El problema es que, por lo que se ve en el libro, no todos son así y efectivamente hay corrupción en todas partes.
¿Y no cree que esa corrupción está implantada en el sistema?
Creo que el problema es que hay una politización excesiva de muchas instituciones que no deberían estar tan politizadas, y ahí podemos hablar de la policía, de la Guardia Civil, de la Fiscalía, de la judicatura…, de muchos estamentos en los que no hay separación de poderes y donde hay una excesiva politización. El hecho de que un gobierno, nada más llegar al poder, lo primero que haga sea cambiar los mandos intermedios de la Policía, lo que provoca es que ahí haya casi unos comisarios políticos, que pueden llevar las investigaciones a un lado u otro, según convenga, en lugar de primar la capacidad personal de un policía o la eficacia que tenga.
En el libro se demuestra que hubo agentes que manipularon pruebas…, hay que tener una gran implicación política para hacer algo así…
Sí, sí, es evidente, hay una politización excesiva en la policía, pero bueno esto no es nuevo, en España está la historia del GAL, que yo cito muchas veces en el libro como precedente. Desde un ministerio del Interior donde se ha creado un grupo que es el GAL, que luego pasen cosas como las que se describen en el libro, tampoco debería causarnos tanta sorpresa.
¿Cuánto se tarda en hacer un libro así, tan documentado?
Yo he trabajado en este libro como un año y medio. Tenía mucho hecho, porque en el juicio todo esto lo pones por escrito, aunque sea en lenguaje jurídico, en los escritos de conclusiones, de acusación, los recursos, etc. Así es que el trabajo ha sido traducirlo a un lenguaje para gente que no sabe de Derecho y que no entienda el lenguaje jurídico, y también documentar, aunque esa documentación cuando has estado manejando el sumario en un juicio tan largo, tampoco es tan complicado. Otra cosa es que haya gente a la que no le interese documentar lo que dice, porque no pueda. Yo, lo que no podía documentar, no lo he dicho, porque si no se puede documentar, entra ya en el terreno de lo opinable.
¿Ha recibido presiones para no publicar el libro, o para no escribirlo?
No, no he recibido ninguna presión, no soy consciente de haber recibido ninguna presión respecto al libro.
¿Por qué y para qué había ese empeño en dar un vuelvo electoral el 14-M?
Pues es que para eso tendríamos que saber quién es la cuarta trama. Porque efectivamente, ha habido muchos sectores que han salido beneficiados de ese vuelco electoral, desde potencias extranjeras, como puede ser Francia o incluso Marruecos, porque el mapa internacional cambió a partir del 14 de marzo, o intereses ya incluso dentro de nuestro país, de un cambio en la forma de entender la política y de dirigir el Estado. Como ahora mismo no tenemos pruebas para conocer la identidad de la cuarta trama, tampoco podemos saber el interés concreto que les movía a esto. Lo que es evidente es que el interés era un cambio de gobierno.
Una de las formas que hay para localizar al autor de un crimen es contestar a la pregunta latina Qui prodest? Usted analiza las distintas hipótesis sobre quién puede estar en la cuarta trama, pero alguna es tan grave que no se puede ni plantear, ¿es consciente de ello?
Bueno, claro, pero también hay que ser prudentes, es decir, estamos hablando de casi doscientos asesinatos. El qui prodest? es un medio de investigación importante, y habitualmente con ello encuentras a los sospechosos, pero claro de ahí a condenar a una persona, o a acusar a una persona…, hace falta una prueba de cargo. El hecho de que alguien se vea beneficiado por un delito no significa que el delito lo haya cometido él. Aquí, como estamos hablando de doscientos muertos, aparte del vértigo que puedan dar algunas hipótesis, también tenemos que tener cuidado y prudencia porque podemos estar acusando de algo muy grave a una persona inocente. Entonces, por eso yo intento ser prudente en el libro, y no dar pasos que no estén probados.
En la obra hay casi una evidencia de la relación de ETA con el 11-M…No deja de ser curioso el empeño de algunos MCS en presentar casi como desquiciados a los que mantenían esa teoría, ¿no cree?
Sí, yo creo que eso se ha hecho por intereses políticos. Curiosamente, el primer interesado en descartar a ETA fue la Fiscalía, que es muy extraño…, que es un juicio en el que ejercer la acusación pongas tu máximo empeño en descartar una autoría, en lugar de centrarte en la posible autoría de las personas que tienes en el banquillo. Entonces, precisamente ese interés en descartar a ETA es una de las cosas que hacen sospechar de ETA, porque no se ha puesto ese mismo interés en descartar al Grapo, por ejemplo, o en descartar a Al Fatah, no sé…Pues probablemente porque se sabe (y es evidente, y en el sumario la palabra ETA aparece un montón de veces) que en algo ha tenido que intervenir.
Por otra parte, no es descabellado pensar en ese tipo de alianzas de grupos terroristas, ¿no?
Históricamente, las conexiones entre ETA y los islamistas en España son conocidas. Y aunque durante el juicio del 11-M se han tratado de negar, hay evidencias, a partir no sólo de contactos en la cárcel (es conocida la amistad entre Abdelkrim Bensmail y Henri Parot, por ejemplo), pero además ETA tiene conexión con grupos islamistas, lo tiene con el IRA y lo tiene con la mafia italiana. Porque hay compra-venta de armas y de explosivos entre ellos, de droga, etc. O sea que ahí hay siempre muchos intereses cruzados.
Háblenos un poco del juicio del 11-M, ¿cómo fue la actitud de los acusados y de las víctimas?
El estado de ánimo de las víctimas fue a peor durante el juicio, porque se llevaron una decepción tremenda. Especialmente las víctimas que asistían al juicio, como la promesa hecha por Gómez Bermúdez de mandar “caminito de Jerez” a las personas que estaban mintiendo en el juicio, que luego fue incumplido por el presidente del Tribunal, y eso causó mucha decepción, porque ellos veían el juicio y lo que estaba ocurriendo. Y ven la diferencia que hay entre algunas partes de la sentencia y lo que se vio en el juicio. También en cuanto a las indemnizaciones, que era un derecho de las víctimas, la solución a la que llegó la sentencia no fue la más justa, se les dividió en grupos a las víctimas, como si…, cuando cada víctima es cada víctima, y cada problema es cada problema. En cuanto a los acusados, aunque había de todo, sí llamaba la atención, en general, la frialdad de algunos, a los que se estaba acusando de delitos muy graves y actuaban con una frialdad…Como la de Antonio Toro, que protestaba porque se le acusaba de traficar con explosivos, cuando lo suyo es traficar drogas, decía él.
Es decir, que tampoco le sorprendió mucho esa actitud…
No, no me sorprendió mucho. Sí me sorprende que hay algunos que evidentemente se nota que están tapando a la cuarta trama, es decir, entre los acusados sí había gente que sabe más de lo que dijo. Fundamentalmente me refiero a Suárez Trashorras y a Otman el Kanaui, que saben cosas, estaban más en contacto con El Chino, etc. Y también fue un poco decepcionante que no lo hubieran contado.
Porque el verdadero testimonio del millón de dólares hoy sería el de El Chino, claro…
Evidentemente. El perfecto Amedo del 11-M sería El Chino. Y la muerte de El Chino en Leganés para la investigación fue un palo, porque es quien fue contratado por la cuarta trama para cometer los atentados, es quien conocía personalmente a la cuarta trama.
En relación al episodio esperpéntico de la explosión del piso de Leganés, da la impresión de que eso se podía haber evitado, y de que la cuarta trama dejó pasar el tiempo para que finalmente ocurriera.
Sí, hombre, yo sobre todo achaco la tardanza en detener a El Chino. A lo largo del mes de marzo, la policía, a través de diferentes confidentes policiales, ya conocía la casa de El Chino en la calle Villalobos en Vallecas, conocía la casa de Leganés, conocía los vehículos de El Chino, etc. Le tenían más o menos controlado y no llegaron a detenerle, una detención rápida de El Chino hubiera evitado esa explosión en el piso de Leganés el 3 de abril, que sigue siendo una incógnita por el modo en que se produce, porque seguimos sin saber si aquello fue un suicidio o no.
Sí, porque, por ejemplo, la biografía de El Chino, que estaba totalmente occidentalizado, no se corresponde con esa inmolación colectiva…
Sí, en la personalidad de El Chino no encaja el suicidio, para nada. Tampoco encaja que se suicidasen al fondo del piso, en lugar de acudir donde estaban los Geos para intentar asesinarles, que es más habitual en el modus operandi de un yihadista. O que esperasen al desalojo del piso educadamente. Es decir, que ahí hay cosas que llaman la atención, entiendo que no son suficientes para descartar un suicidio, o sea que es probable que hubiera un suicidio, y no sólo por razones religiosas sino para evitar ser capturados. Pero las dudas están ahí.
Porque si no fue un suicidio, ¿qué pudo ser?
Eso es algo que habría que investigar, y no se ha investigado. Por ejemplo, si alguien quiso que eso explosionara, o no…, pero eso es algo que no está investigado, y por tanto volvemos otra vez al terreno de las acusaciones de hechos graves sin pruebas suficientes, porque son cosas que no se han investigado.
Usted es benévolo en el libro tanto con Gómez Bermúdez como con Olga Sánchez, no ha querido hacer mucha “sangre” con ellos, pero imagino que no debe estar muy satisfecho con el comportamiento de ambos en lo que se refiere al esclarecimiento de la verdad…
Bueno, cuando hablamos de Gómez Bermúdez hay que hablar del tribunal del 11-M, porque al menos en teoría las decisiones se toman por mayoría en un tribunal de tres, por lo menos de dos contra uno. Y la sentencia está dictada por unanimidad, porque no tiene votos particulares. Yo creo que la sentencia se quedó a medio camino, en cuanto que determinó la responsabilidad concreta de cada uno de los acusados, que es la principal obligación que tenía el tribunal, pero sí se quedó a medio camino en cuanto a que habían prometido unas deducciones de testimonio, habían prometido ir más allá, y yo en nombre de las víctimas había pedido que fueran más allá, y se quedaron ahí. Es, por ejemplo, muy revelador que efectivamente descartan el Skoda Fabia como vehículo utilizado pero en ningún momento investigan quién pudo dejar el Skoda Fabia en el mes de junio en esa calle de Alcalá de Henares, etc. Y en cuanto a Olga Sánchez, yo es una persona a la que respeto mucho, y además un fiscal tiene un problema que no tenemos los abogados, y es que un fiscal no tiene la independencia de un abogado, porque están sometidos a las órdenes de sus superiores. Yo entiendo que el enfoque que Olga Sánchez dio a la posición de la Fiscalía era equivocado, pero esa no era decisión suya, era decisión de sus jefes, por tanto, las críticas…, yo creo que la prensa se cebó especialmente en ella, quizá era lo fácil y lo cómodo, pero no se fue justo con ella porque esas órdenes venían de sus superiores. Y habría que hablar más de las órdenes que tomó Conde Pumpido o Javier Zaragoza.
Usted hace un esfuerzo por poner luz, pero ¿realmente es posible alumbrar todo en el 11-M, o hay aspectos en los que no es posible entrar?
Yo he llegado donde he podido llegar, pero evidentemente…, es muy difícil en un delito de estas características al final saberlo todo. Es muy complicado, pero el problema está cuando en un delito de esas características no se llegan a conocer cosas porque ha habido obstáculos en la investigación. Porque desde la propia policía se han puesto obstáculos, porque han desaparecido pruebas, como los vestigios de los explosivos, porque hay informes sospechosos de manipulación, etc. Eso es lo que es una decepción, que sea precisamente la mala investigación la que te impida dar luz sobre esos hechos que siguen siendo oscuros.
¿Qué opina sobre la relación que tienen muchos policías con los confidentes?
Es un tema delicado. En el juicio del 11-M, el fiscal Carlos Bautista en su escrito de conclusiones llegó a hablar de que debería legislarse la figura del confidente, que es algo que no está legislado. Yo entiendo que la figura del confidente muchas veces es importante, sin confidentes muchas veces a la policía le faltaría mucha información, y muchas veces gracias a los confidentes (como cuento en el libro, gracias al confidente Rafa Zouhier) hay detenciones de bandas muy peligrosas. También hay que tener mucho cuidado y controlar bien a un confidente, porque un confidente habitualmente es un delincuente, y en el 11- M, por ejemplo, Rafa Zouhier se les va de las manos, porque no contó todo lo que tenía que contar. Al menos, no hay pruebas de que contara todo lo que tenía que haber contado. Yo creo que sí sería interesante una legislación sobre la figura del confidente y hasta qué punto la policía puede ser permisiva con un confidente, cual es la relación que debe tener con un confidente la policía, etc., porque entiendo que son necesarios para la investigación, pero es un tema muy delicado.
Además, en el caso de Cartagena y Zouhier es todavía más grave, porque después de que se les consintiesen ciertas cosas, tampoco les hicieron caso.
Efectivamente. En general, un policía tiene que ser una persona muy responsable, y el que control a un confidente, sobre todo si es un confidente relacionado con el terrorismo o con delitos graves, tiene que ser muy responsable y tratar bien la información que recibe del confidente, y controlar bien las actividades a las que se dedica el confidente.
Como español, ¿qué le parece el hecho de que tanto el PP como el PSOE tengan tanto interés en pasar página del 11-M?
Tanto uno como otro lo hacen por interés político. Ni al PSOE le interesa que se reabra el debate sobre la legitimidad de haber llegado al poder tres días después del atentado más grave de la historia, y que ese atentado haya provocado el vuelco electoral que les ha dado el poder, ni al PP le interesa que se reabra el debate sobre la gestión que hicieron de la crisis en esos tres días, y de muchos fallos, porque el gobierno del PP tuvo muchos fallos, no en la gestión de la información que yo creo que fue hasta excesiva, pero sí en el control de los confidentes, de los mandos intermedios de la policía, que estaban fuera de su control, el control de los explosivos que circulan por las minas asturianas, etc. Ninguno de los dos partidos tiene claro que le pueda beneficiar. Y es una pena, porque ni el partido del gobierno ni el principal partido de la oposición están colaborando para que se sepa toda la verdad de ese atentado.
¿Usted cree que algún día se conocerá toda la verdad del 11-M?
Pues no lo sé, sinceramente, espero que algún día se termine sabiendo, en muchos casos similares al 11-M nos hemos quedado sin saber la verdad, y podemos hablar del asesinato de Kennedy, por ejemplo, o el 23-F, donde es evidente que hay cosas que no sabemos. Y otros, como el caso GAL, en el que lo hemos sabido casi todo. Yo espero que ocurra como en el GAL y que acabemos sabiendo casi todo. Aquí la principal dificultad es la muerte de El Chino para saber la verdad, pero bueno, hay mucha gente que sabe cosas y fundamentalmente dentro de la policía hay mucha gente que sabe cosas y que saben órdenes que se les dieron en determinados momentos, que podrían contarlo, y que yo espero que se animen a contarlo alguna vez.