El Premio Nobel de la Paz dice que el caso de Kosovo no tiene "nada que ver" con el separatismo vasco
Redacción Madrid. 18 de Octubre.
El Premio Nobel de la Paz de 2008, Martti Ahtisaari, considera que el proceso por el que Kosovo adquirió su independencia el pasado mes de diciembre "no es un precedente" para ningún otro caso "excepto Kosovo" mismo, ya que tiene un carácter "sui generis" y "excepcional" que "no tiene nada que ver" con situaciones como la que afronta España con el independentismo vasco, en declaraciones a Europa Press en Londres.
Ahtisaari mantuvo que "cada conflicto tiene sus propias características" que impiden las comparaciones y, aunque concedió que "sería mejor que países como España reconociesen" la dimensión excepcional de la antigua provincia serbia, aclaró que la admisión de la independencia del país en menos de un año por parte de la comunidad internacional ya es notable.
En este sentido, destacó que el "70 por ciento de las grandes economías" del planeta "están detrás de Kosovo" y añadió: "Eso importa". Por ello, pese a las reticencias de países como España, u otros como Grecia, se declaró "contento" del nivel alcanzado, especialmente cuando "no se ha hecho mucho para incentivar" a los estados a dar su visto bueno a la existencia de Kosovo como país.
Al respecto, el primer Nobel finlandés admitió que "hay mucho trabajo por hacer" y, si bien "países políticamente importantes lo han reconocido", explicó que el "próximo movimiento" pasa por actuar en el ámbito de instituciones financieras supranacionales como el Fondo Monetario Internacional. "Ya está empezando a pasar", añadió.
En consecuencia, rechazó que la posición de España influya en el proceso, pese a aprovechar para recordar al Gobierno: "Cada conflicto tiene sus propias características, ya sea gestionado por la ONU, como en el caso de Kosovo, o no, como es el problema que afrontáis vosotros". "Tienes que trazar tu propia línea, desde luego todos los que tienen que jugar un rol pueden decir que Kosovo es un precedente, pero la verdad es que no lo es para nada más que no sea la solución de Kosovo", insistió.
AÑOS DE MEDIACIÓN
Ahtisaari conoció la pasada semana el galardón otorgado por la Academia sueca por sus "importantes esfuerzos, en distintos continentes y más de de tres décadas para resolver conflictos internacionales", que lo vieron desfilar por negociaciones como las que desembocaron en la independencia de Namibia, Kosovo, y numerosos procesos políticos en Indonesia, Oriente Próximo o en la propia Irlanda del Norte.
Por ello, según su experiencia, el Premio Nobel dijo "no aceptar que haya algún conflicto en el mundo que no se pueda resolver" y, pese a admitir "no conocer bien el caso" del independentismo del País Vasco, subrayó que "es algo que los españoles deben resolver" en el ámbito de sus competencias.
Como fórmula, Ahtisaari explicó que "hay que poner presión sobre las partes para que empiecen a resolver los problemas" y, aún advirtiendo de que será "serio", añadió que "las soluciones pueden encontrarse". En este sentido, recordó que "muchas veces, la mayoría de la gente que está vinculada a estos conflictos quiere la paz". "De verdad creo esto", aseveró.
En consecuencia, explicó que "a veces el liderazgo es más una demanda de la gente en la calle", que quiere una normalización de la vida política que repercuta en el día a día y permita "vivir más libre y cómodamente". Sin embargo, insistió en que "sería mejor si España reconociese" que el de Kosovo es un "caso 'sui generis'". "Que no tiene nada que ver con los problemas" en España, apostilló.
INNOVACIONES
Con todo, admitió que cada caso permite "siempre aprender" y expuso que "lo más innovador" que ha presenciado en los numerosos procesos en los que ha mediado es cuando los durante años enemigos "se sentaban en una misma habitación y reconocieron los errores cometidos y se comprometieron a 'por favor, no cometerlos de nuevo'".
Además, recordó capítulos como el del Ulster, que desde hace año y medio cuenta con un Gobierno de unidad entre católicos y protestantes tras décadas de conflicto, y que para la negociación precisó de la implicación de quienes "venían de unos antecedentes ligados a los terroristas y que ahora son los pacificadores". "Es una manera muy innovadora de ayudar a la gente que persigue un mismo objetivo, como vimos en Irlanda del Norte", explicó.
Por ello, invitó de nuevo a una reflexión a los países que no admiten que Kosovo es un "caso excepcional", puesto que aunque la falta de reconocimiento de su independencia no genere problemas para la "unidad" de la Unión Europea", existe la "preocupación" de que las repúblicas de los Balcanes que en el futuro se quieran adherir a Bruselas vean "retrasadas" sus aspiraciones por la diferente posición de los estados miembro.