El primer hombre que pisó la luna huye de la fama
Reportaje. Aunque para millones de personas es un héroe, Neil Armstrong ha rechazado consistentemente el cortejo de la fama. Para conmemorar 40 años desde el alunizaje, Andrew Smith, escritor que ha investigado sobre la vida de los astronautas del Apolo 11, autor de viajó por los Estados Unidos para descubrir por qué el primer hombre que pisó la Luna continúa siendo un enigma.
Sus palabras al dar el primer paso en la Luna quedaron grabadas en la historia. Sin embargo, durante las cuatro décadas desde que su nombre se hizo famoso, el hombre en sí se ha convertido en un gran misterio.
A diferencia de muchos de sus contemporáneos, Armstrong se ha rehusado a vivir de su fama y aparentemente ha hecho todo lo posible para disminuirla.
¿Qué ha hecho que Amstrong sea un héroe tan renuente, tan poco susceptible a la celebridad? ¿Y por qué no habla de su histórico viaje? En su misión para conocer y entender el hombre tras el traje espacial, Andrew Smith, el autor de 'Moondust: In Search of the Men Who Fell to Earth', viajó por Estados Unidos conociendo a la gente que influyó en la vida de Armstrong.
Su conclusión es que Armstrong, ahora en sus 78 años de edad, cree que él no merecía tanta atención.
"Hubo 400.000 personas trabajando en ese programa (el alunizaje) de muchas formas diferentes y él piensa que no merecía todo el crédito por el sólo hecho de que fue a quien le correspondió volar", dice Smith.
Armstrong se convirtió en una celebridad en un instante. La misión de Apolo 11 marcó un cambio drástico en la exploración espacial en una época en la que el mundo entero estaba embrujado con el Espacio. Las cifras de la audiencia fueron enormes.
Cuando regresaron del viaje lunar, la NASA mandó al grupo de tres astronautas en un tour mundial. Aunque al principio Armstrong participó en todos los eventos, siempre permaneció un tanto apartado; era una presencia elusiva que prefería hablar de los hechos y no de sus sentimientos.
Empezó a negar entrevistas y discursos, y eventualmente se negó a firmar autógrafos y a que le tomaran fotografías en lugares públicos.
"Hasta donde yo sé, sólo ha concedido dos entrevistas en los últimos 40 años - y en ellas no habla de cómo se sentía, sólo habla de los hechos", señala Smith. Armstrong le ha negado entrevistas en muchas ocasiones a pesar de varios intentos por parte del autor, pero han intercambiado correos electrónicos.
"El no quería beneficiarse económicamente, aunque muchos otros lo han hecho. Y, sorprendentemente, mantuvo su decisión. Una casa de subastas me dijo que si el famoso astronauta firmara autógrafos una tarde podría llegar a ganar un millón de dólares, pero siempre se ha negado a ello".
La cara del espacio exterior Neil Armstrong, Michael Collins y Buzz Aldrin fueron los tripulantes del Apolo 11. Dos años después de su histórico viaje, en agosto de 1971, Armstrong dejo la NASA y decidió ser maestro.
"Aparentemente es una extraña decisión: él podría haber hecho cualquier cosa", dice Smith.
Pero si Armstrong pensó que un departamento pequeño de ingeniería espacial en la Universidad de Cincinnati le daría asilo estaba muy equivocado.
"Su jefe me dijo que cuando llegó, Armstrong pasaba dos horas cada día firmando autógrafos para los otros maestros y alumnos.
Había una ventanita en un lado de su oficina cerca del techo y había grupos de gente que su juntaba para hacer una pirámide humana solo para ver adentro de su oficina".
"No le gustaba, pero lo toleraba. No podía caminar por la universidad sin que alguien se le acercara. Como consecuencia pasó mucho tiempo volando solo, únicamente para alejarse de todo".
DOS PERFILES DISTINTOS
La decisión de Armstrong de mantener un bajo perfil contrasta con la del hombre con el que compartió ese primera caminata en la Luna. Buzz Aldrin se ha convertido en el rostro del espacio, llamando la atención de los medios con maniobras publicitarias que van desde un juego interactivo 'Buzz Aldrin's Race into Space' hasta una aparición como invitado especial en la serie de dibujos animados de televisión Los Simpsons.
Para celebrar este aniversario, Aldrin trabajó con el artista de hip-hop Snoop Dogg y el productor Quincy Jones para crear una canción de rap titulada 'Rocket Experience' y un video para acompañarla. Es el tipo de cosas que probablemente le produzca escalofríos a Armstrong.
Pero en la era de celebridad instantánea ¿Cómo es que Armstrong ha logrado mantener el enigma? "Todos los que conocí me dijeron que Armstrong siempre fue un hombre introvertido y reservado. Me pregunté si lo estaban tratando de proteger pero, quizás, al menos de alguna manera, se trata simplemente de un hombre normal y agradable", dice Smith. Aunque reconoce que en muchos aspectos, Armstrong está lejos de ser ordinario.
"Era un piloto extraordinario. Voló en el X-15, el avión más rápido del mundo, a 6.440 km/h (4.000mph). Puede pilotear cualquier avión; es uno de los pilotos más distinguidos de la historia", apunta Smith.
"Su generación estaba obsesionada con volar, fueron los pioneros de la aviación. Los pilotos de la Segunda Guerra Mundial eran sus héroes. Armstrong nunca quiso ser una celebridad, él sólo quería superar los limites de la aviación".
DETERMINACION
Que a un niño normal de un pequeño pueblo en Ohio le incomode el tornarse en uno de los hombres más famosos del planeta no es sorprendente. Pero para Smith, su ferrea determinación de alejarse de la atención de la prensa y del público es otra de las virtudes de Armstrong.
Según dice, lo ayudó a sobrevivir tres veces antes de que incluso llegara a la Luna. "Siempre se mantenía muy calmado y tranquilo. Una vez en un vuelo estuvo a punto de no regresar vivo.
Un colega suyo, Alan Bean, me contó que después del incidente vio a Armstrong mientras escribía el reporte y solamente anotó que habían tenido un 'pequeño problema'.
"Pensó que tal vez Armstrong se había lastimado el dedo o algo por el estilo, pero en realidad había estado a milisegundos de la muerte. Bean no podía creer lo calmado que estaba Armstrong al llenar estos papeles, como si nada hubiera pasado, pero ese era el tipo de persona que era".
Claro que también tenia sus excentricidades. "La música que llevo en la misión era extremadamente excéntrica", señala Smith.
"La mayoría de los astronautas llevaban una obra clásica y una estilo country y western".
"Armstrong llevó la sinfonía 'Del Mundo Nuevo' de Dvorak. Pero lo otro que llevó era música de theremin -ese sonido espeluznante y ondulante que asocias con las películas de Ciencia Ficción que hace como 'uuu... uuu". "Por un lado era la música perfecta para llevar, pero por otro lado fue una opción medio curiosa. Así es él".
Y ¿qué tal esa frase famosísima "es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad" que se cita con la misma facilidad que el "Ser o no ser" de Shakespeare? No se sabe si alguien le dijo qué decir o si él mismo creo la frase, pero uno de sus más viejos amigos tiene una teoría sobre su origen.
"Kotcho Solacoff dijo que ellos solían jugar 'Paso de gigante' (conocido en inglés como 'Mother May I?') -un juego en el que uno da pasos pequeños o gigantes-. El cree que de ahí salió," cuenta Smith. Hombre ordinario o genio caballeroso, quizás la más audaz hazaña de Armstrong ha sido la de mantener ese halo de misterio.