Nieves Jiménez. Vapuleado en las urnas, sin discurso político y ciego ante su nefasta gestión de la crisis, el PSOE, arremete contra la institución que más ayuda a los pobres.
Desesperado porque no encuentra otra forma de movilizar a los suyos, saca el anticlericalismo a pasear reclamando a la Iglesia el pago del Impuesto de Bienes Inmuebles del que está exenta como todas las instituciones sin fines de lucro, entre ellas los propios partidos políticos y sindicatos.
¿Es casualidad, que ahora a la única institución que se pone en el punto de mira sea a la Iglesia católica?
En el caso de Madrid, de los 100 millones de euros que deja de recaudar el Ayuntamiento, solo 5 corresponde a instituciones de la Iglesia católica. El otro 95 corresponde a otras instituciones. Por lo tanto, plantear que la Iglesia tiene un régimen fiscal privilegiado, diferente en función de no sé qué acuerdos es totalmente “falso”.
En tiempos de crisis, es cuando la Iglesia demuestra de manera más visible que está en primera fila de la solidaridad con los más pobres y necesitados, como demuestran los datos que periódicamente divulgan las instituciones eclesiales como Cáritas o Manos Unidas. ¿Saben que el año pasado ahorró al Estado 155 millones de euros y atendió a 30.000 desempleados? ¿Se atreverían ellos a hacer lo mismo? ¿Cuándo superará el PSOE su rancia antipatía hacia el catolicismo?