El RACC presenta un estudio sobre accidentes
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Redacción Madrid. 26 de noviembre.
La distracción constituye un factor concurrente en un tercio de los accidentes de tráfico en España, por lo que cabe estimar que más de mil personas fallecen en accidentes de tráfico asociados a algún tipo de factor de distracción, entre los que destacan hablar por el móvil o manipular la radio o el navegador.
El RACC presentó hoy el estudio "La distracción de los conductores: un riesgo no percibido", que pretende sensibilizar sobre la baja percepción de riesgo de accidente que supone la distracción al volante. Los responsables del RACC subrayan que en España, en muy poco tiempo, se han observado avances muy significativos tanto en el uso del cinturón de seguridad y del casco por los motoristas como por un mayor respeto por los límites de velocidad y por un menor consumo de alcohol. Sin embargo, a pesar de estos avances, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), las distracciones son el primer factor concurrente de accidentalidad en nuestro país.
Así, en 2006 la distracción fue la causa de un tercio de los accidentes en España, por lo que cabe estimar que en ese año alrededor de 1.100 personas fallecieron en accidentes de tráfico asociados a algún tipo de factor de distracción (34,4% del total de accidentes de tráfico), con una evolución ascendente en el tiempo.
Paradójicamente, las distracciones son infravaloradas por los conductores españoles ya que las colocan como la cuarta causa de accidentalidad vial, por detrás del alcohol o las drogas, las infracciones y la conducción agresiva.
Los accidentes más habituales a causa de una distracción son salidas de vía, choques con el vehículo precedente o atropellos. Se producen habitualmente en trayectos y condiciones de tráfico favorables, normalmente cuando el conductor relaja su atención.
Los conductores que se ven implicados con más frecuencia en situaciones de tráfico peligrosas debido a una distracción son menores de 20 años, con poca experiencia al volante; hombres y mujeres por igual y que han sido sancionados anteriormente por infracciones de tráfico. En los conductores jóvenes la principal causa de la distracción está relacionada con la realización de una segunda actividad (uso del teléfono móvil, manipular el equipo de música, etc.)
MEJORAS EN LA SEÑALIZACION
Para hacer frente a esta situación y sensibilizar más a los conductores sobre la necesidad de evitar distracciones al volante, el RACC reclama a las administraciones una mejor formación en las autoescuelas sobre esta materia, la puesta en marcha de campañas informativas, y el apoyo de los programas de I+D que facilitan el desarrollo de los sistemas ADAS e incentivos fiscales para su instalación en los vehículos. También pide la mejora de las infraestructuras, instalando aquellos sistemas ya disponibles que permiten reducir o corregir las distracciones (sistemas de aviso de la velocidad recomendada en las curvas en carretera, bandas rugosas sonoras colocadas en carriles laterales que avisan a los conductores cuando se están desviando de carril,...)
Asimismo, la RACC también demanda la prohibición de publicidad en ciertas localizaciones, una política mucho más activa por parte de las administraciones responsables en aras a conseguir una señalización que sea simple, clara y segura, y una revisión de la Ley de Seguridad Vial, introduciendo un apartado específico sobre las distracciones, que vincule la obligación de prestar un atención permanente a la conducción con las distintas estrategias preventivas.
Según los estudios del RACC, las distracciones pueden medirse en el tiempo. Así, marcar un número de teléfono en el móvil supone 13 segundos, responder a una llamada telefónica 8 segundos, o encender un cigarrillo cuatro segundos.