El retorno de 1984: George Orwell
Fidel García Martínez. Circula un video VIRAL en el que un adusto y autoritario profesor en el más puro estilo göebelsiano pretende manipular a sus alumnos hasta límites que rayan en la locura. El tal profesor repelente y alienador, tiene a los alumnos aterrados con sus métodos de enseñar basados en negar cualquier aspecto de realidad objetiva para imponer sus desvaríos ideológicos y así manipular la mente de los alumnos para que afirmen que lo blanco es negro y la negro, la verdad, mentira y el bien, mal.
En su delirio un día entra en clase como un SS hitleriano en un campo de concentración, quiere que los alumnos hagan una operación matemática en la que se diga que dos más son cinco ( 2+2 son 5) ante la extrañeza de los niños que no entienden aquel desvarío de su profesor, algunos piensan que les está tomando el pelo y otros que está drogado; y se ríen de la postura del profesor, como respuesta vocifera y se enerva amenazando a los alumnos con castigos y maldiciones: algunos alumnos aterrorizadas empiezan a aceptar aquellas locuras por miedo a futuras represalias; el profesor crecido por sus logros endurece sus amenazas, insultos y provocaciones hasta que casi toda la clase parece rendirse aquel delirio y los niños asustados y angustiados llegan a aceptar como verdad la locura del profesor. Sólo uno se resiste.
El profesor lo saca al encerado y lo manda escribir 2+2 ante la seguridad del niño, que resuelve la igualdad como realmente es; manda que un batallón de alumnos mayores que se había rendido a sus desvaríos y que los considera los alumnos más inteligentes por más manipulados, entran como un pelotón de fusileros para asustar al niño rebelde; ante la incredulidad del enajenado profesor, el niño escribe en el encerado lo que son 2+2 es decir 4, idiotizado por el atrevimiento del niño quien se muestra seguro y valiente, el profesor ordena que disparen contra aquel 4 lo que hacen derramando no la sangre del niño sino la del 4.
Una mentira impuesta con violencia, manipulación, y persecución nunca puede ser verdad. Muchas ideologías se quieren imponer a los niños y las niñas con mentiras y manipulaciones reaccionarias y autoritarias. ORWELL ha vuelto. Algunos políticos y medios de comunicación han aceptado los métodos del profesor carcomido por lo políticamente correcto, dos más dos son cinco. Los insultos, las descalificaciones y los adjetivos más groseros y reaccionarios no son argumentos para negar que dos más dos son cuatro. Ni para negar que los niños y las niños son hermosamente diferentes y como personas sustancialmente iguales.