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Diario YA


 

CESAL lleva 20 años acompañando a personas

El Salvador: “Tenemos que pasar la comida con poleas”

Manuel Cortés

"En Caluco hemos sufrido muchos daños, casas destruidas, cultivos perdidos, puentes caídos y caminos cortados, pero, gracias a Dios no tuvimos ningún fallecido". Así resume Doña Blanca Orellana, alcaldesa del municipio de Caluco, la experiencia vivida por las intensas lluvias de la Depresión Tropical que azotó a El Salvador del 10 al 19 de octubre.

Caluco es un municipio del departamento de Sonsonate - otro de los puntos de El Salvador donde CESAL está presente - que se ubica al occidente de la Cordillera del Bálsamo. Las lluvias que cayeron durante estos diez días fueron intensas y constantes y, por ser éste uno de los territorios con abundantes nacimientos de agua, rápidamente causaron el desbordamiento de los ríos, trayendo como consecuencia la inundación de viviendas y cultivos. La fuerza de las aguas arrastró consigo piedras, lodo y árboles de gran tamaño que arrasaron con todo lo que encontraron a su paso.
Más de 1.200 personas fueron ubicadas de emergencia en albergues temporales. Actualmente sólo queda habilitado un albergue con unas 300 personas que han sufrido la pérdida total de sus viviendas.

Con el colapso del Puente El Sifón han quedado incomunicadas las comunidades Las Flores y Cerro Alto. "Con garrucha [polea] pasábamos la comida al otro lado del río" explican los miembros del comité de protección civil. Para poder llevar alimentos y ayudar a los pobladores de esas comunidades hay que caminar dos horas porque, lo que antes era la calle, ahora es parte del cauce del río Chiquihuat y al comenzar a subir el camino del cerro hay derrumbes que obstruyen el paso para vehículos.

A la pérdida de viviendas y las escasas pertenencias que tenían los humildes pobladores de estas comunidades, hay que agregar la pérdida de las cosechas. Siete días después de las lluvias, muchos cultivos aún continúan inundados. La gente vive con angustia porque, aunque algunos han regresado a sus viviendas o "lo que queda" de sus viviendas, no tienen ropa, no tienen cama, no tienen alimentos y además, no tienen trabajo, porque su trabajo es eminentemente agrícola y al seguir las tierras inundadas y empantanadas no se pueden trabajar, por lo que su futuro se vuelve muy incierto.

Siete días después de que hayan finalizado las lluvias, algunas calles de Caluco son auténticos ríos. Todavía continúa corriendo agua por ellas y algunas viviendas, aunque la gente ha vuelto a habitarlas, aún tienen más de medio metro de agua en la cocina, el comedor, dormitorios y letrinas; además, por ser de adobe y estar sus bases muy húmedas, corren el riesgo de derrumbarse por su propio peso.

En definitiva, los daños son cuantiosos y la tarea de reconstrucción será difícil. Toda ayuda será bien recibida. Tenemos por delante un gran reto, porque antes de este evento climatológico Caluco se encontraba entre los cinco municipios más pobres del país. Los pobladores necesitan el apoyo solidario de la comunidad nacional e internacional, y no dudan en afirmar que sus ganas de trabajar están intactas, porque dicen que sólo de esa manera "Saldremos adelante".

Para facilitar el apoyo de CESAL El Salvador a los damnificados en los Departamentos de La Libertad y Sonsonate, CESAL ha habilitado una cuenta corriente en la que se podrán hacer donativos. Todos los fondos se transferirán directamente a la oficina de CESAL en El Salvador.
Banco: Santander. Cuenta corriente: 0049 - 0001 - 56 - 2010058858

Indicar EMERGENCIA LLUVIAS EL SALVADOR y nombre y apellidos de la persona que hace el donativo.