Redacción Madrid. 27 de diciembre.

     Jaime Giménez Arbe, 'El Solitario', ha sido considerado culpable de cuatro crímenes y condenado a siete años y seis meses de prisión por el Tribunal Judicial de Figueira da Foz, en Portugal, por intento de atraco a una sucursal bancaria en Portugal en julio de 2007, falsificación de documentos, posesión de arma ilegal y de municiones prohibidas. Fue absuelto del delito de resistencia a la autoridad.

   'El Solitario', de 52 años fue considerado culpable por unanimidad del tribunal de cuatro de los cinco delitos de los que era acusado y tendrá que cumplir en Portugal una pena de siete años y seis meses de prisión. Después deberá ser repatriado a España en donde cumplirá la pena de 47 años de prisión por el homicidio de dos Guardias Civiles, que dictó un tribunal de Pamplona.

   En las alegaciones finales, la abogada de 'El Solitario', Ligia Borbinha, pidió la absolución de su cliente para los delitos de intento de robo y resistencia a la autoridad. Al final logró que Giménez Arbe no fuese condenado por este último.

   En su última comparecencia ante el juez, el pasado 16 de diciembre,  'El Solitario' volvió a pedir la palabra para afirmar que el proceso contra él "tiene una motivación política" y acusó a las autoridades españolas de intentar transformarlo "en un monstruo".

   Los delitos de robo en forma de tentativa y resistencia a la autoridad eran punibles, respectivamente, con penas de uno a ocho años, "especialmente atenuada" por la tentativa, y hasta cinco años de prisión, según el Código Penal luso. El delito de falsificación de documentos podría ser castigado con hasta tres años de cárcel o multa y el delito de posesión de arma y municiones ilegales, son punible con cinco años de cárcel o multa.

   En total, la condena de 'El Solitario' pudo haber sido de veinte años de cárcel, pero finalmente el tribunal sólo lo condenó a siete años y seis meses.

   'El Solitario' volverá a los tribunales portugueses el próximo 15 de enero fecha fijada para celebrar el juicio por la denuncia que presentó contra la policía por los supuestos malos tratos que sufrió en la cárcel de Monsanto, en Lisboa, en donde está detenido.