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el aguijón

El "Supermartes"

David Martín. 25 de abril

En la carrera hacia la Casa Blanca americana el “Supermartes” es el día más importante de las primarias al celebrarse votaciones en la mayoría de los Estados. En España, el pasado martes las principales cadenas televisivas decidieron emitir programas de contrastado éxito de audiencia como si también, al igual que los candidatos americanos, se la jugaran. Pero en esta ocasión esos espacios tuvieron demasiado aroma a sucedáneo. Mientras Antena-3 apostaba por la lagrima fácil con la emisión de una nueva edición del sensiblero “Esta casa es una ruina” y Tele-5 se decantaba por la fase final de la selección de concursantes de “OT 2009”, en La-1 quisieron ganar la batalla de las audiencias con un “Tengo una pregunta para usted” no con un invitado, sino con tres. TVE invitó a representantes de CIU, IU y ERC para que se sometieran al cuestionario popular con la intención de repetir las millonarias audiencias. Todo parecía igual, pero en verdad no lo era.

Entre las desgracias ajenas que se podían ver en Antena-3 y los gallos de los buscadores de fama, que se oían en Tele-5, me quedo con el programa de la pública. Josep Antoni Duran i Lleida, Cayo Lara y Joan Ridao, se enfrentaron, por este orden, a las preguntas de los ciudadanos con Lorenzo Milá en el papel de moderador. Duran i Lleida abrió el interrogatorio y puso la nota sentimental al espacio cuando habló de la superación del cáncer que se le detectó en el pulmón hace más de un año. Primero dejó claro que ni apoya a Rodríguez Zapatero ni a Mariano Rajoy, y más tarde que no se plantea apoyar una moción de censura y que sólo apoyaría un Gobierno de su partido. Podía faltarle algo de chispa, pero a contundencia no había quien lo ganara. Para el portavoz de CIU en el Congreso Cataluña no es, ni lo va a ser, ni tampoco quiere ser, una comunidad insolidaria. Si alguien tenía dudas, Duran se las acababa de quitar. Qué seguridad. Qué firmeza. Sobre un posible pacto de su partido con ERC en las próximas elecciones autonómicas el nacionalista tampoco se amedrentó y aseguró tener claras posibilidades de vencer y con mayoría absoluta. Tras algo más de media hora de cuestionario, Milá dijo que ya era hora de plegar velas y dar paso al siguiente. Menos mal, de seguir con esa convicción Duran y Lleida se creería con claras posibilidades de presidir España. Otra vez será.

El coordinador general de IU, Cayo Lara, fue el segundo en salir a escena y, con creces, el que más cercano se mostró al público. No se lo pusieron nada fácil quienes le preguntaron, porque empezar teniendo que decir quién eres porque se piensa que nadie te conoce, más que un jarro de agua fría es un témpano de hielo. Salió del contratiempo y, gracias a su campechanía, supo ganarse a los presentes. No dijo nada del otro mundo, ni tampoco creo que consiguiese cambiar el voto de los indecisos para las próximas elecciones, pero, a pesar de estar una “jartá” de nervioso, como él mismo reconoció, fue el único de los tres que hizo amena su intervención. A Lara esto del cara a cara con el ciudadano le motivó tanto que, una vez que terminó su tiempo, se ofreció a seguir contestando preguntas a quienes se hubieran quedado sin poder hacerlas. Ya era hora que el lenguaje políticamente correcto se dejara en casa.

Puso fin al programa la participación del portavoz de ERC en el Congreso de los diputados, Joan Ridao, que, de los tres, se encontró con las preguntas más hostiles. ¿Cuántas Españas hay?, la discriminación que hay en Cataluña para los que no saben catalán,  la consideración de esa región como antitaurina, o la discusión  con un ciudadano murciano por el tema del trasvase son algunos de los temas con los que tuvo que lidiar el independentista. El programa estaba tomando el mejor aspecto, el esplendor que había demostrado en las ocasiones en las que Zapatero y Rajoy habían pisado ese mismo plató. El programa dejaba de ser monótono gracias a una de las partes. Qué pena que se estuviera acabando porque, hasta entonces, el pretencioso “supermartes” había quedado en soberano tostón. 

 

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