El tripartito exige la reparación "moral, jurídica y política" del golpista Companys
Redacción Madrid. 2 de Octubre.
Los grupos del Parlamento catalán que apoyan al Gobierno regional -PSC, ERC, ICV-EUiA- presentaron una propuesta de resolución en la última jornada del Debate de Política General para que el Ejecutivo catalán haga "lo que sea jurídicamente y políticamente necesario" para exigir la "reparación moral, política y jurídica" del ex presidente de la Generalidad fusilado por el régimen franquista, Luis Companys.
Sin embargo, el texto evita reclamar abiertamente la nulidad del proceso a Companys "sin más dilaciones", como quería ERC, y así lo dijo el lunes Carod Rovira.
Dos días antes, el conseller de Interior, Relaciones Institucionales y Participación, Juan Saura (ICV-EUiA), anunció que iba a viajar a Madrid junto a familiares de Companys para reclamar una declaración de reparación al Ministerio de Justicia, como paso previo a la petición de nulidad.
La propuesta de resolución, coincidente con el criterio de Saura, insta al Gobierno regional a realizar "todas las actuaciones jurídicas y políticas pertinentes para la anulación de un juicio que nunca se debería haber hecho, y teniendo en cuenta la condición de ilegitimidad de los tribunales franquistas contenida en la ley estatal de la Memoria Histórica". Pero no va más allá, como reclamaba ERC, que se opuso a la ley precisamente porque no anulaba automáticamente el proceso a Companys, entre otros.
El texto de resolución considera "una farsa" el proceso a Companys, "con la violación de los derechos fundamentales y de las garantías de todo tipo". Tilda de "injusta" la sentencia condenatoria, una "prueba de la voluntad de venganza" del régimen franquista contra el presidente Companys, quien "simbolizaba la resistencia de un pueblo y la voluntad de pervivencia nacional".
Añade que el del ex presidente es un "caso emblemático" de la represión franquista que "sufrieron miles de personas que murieron ante los comandos de fusilamiento, que sufrieron tortura y maltratos y que vieron conculcados sus derechos en procesos sin legitimidad ni garantías, llenos de irregularidades".
LA REALIDAD, BIEN DISTINTA
Más allá de la propaganda habitual de los separatistas catalanes, la realidad del golpista Luis Companys fue bien distinta ya desde su juventud, en la que fue detenido hasta veinte veces por protagonizar diversos altercados y sumarse a algaradas violentas.
Como explica acertadamente el escritor y periodista César Vidal al respecto, en su artículo "El verdadero rostro de Companys", "tras un gobierno republicano-socialista que duró dos años y que no resolvió ninguno de los problemas que acometió, aunque sí dividió dramáticamente a los españoles, las derechas ganaron las elecciones de 1933. La respuesta de nacionalistas e izquierdas –especialmente de PSOE y ERC– fue preparar un alzamiento armado que aniquilara al gobierno legítimo y les permitiera volver al poder mediante la violencia. Companys se sumó con entusiasmo al plan y, de hecho, tenía el propósito de aprovechar la sublevación armada dirigida por el PSOE para proclamar la independencia de Cataluña".
Y sigue el conocido historiador: "En octubre de 1934, el PSOE se lanzó a la calle proclamando que había llegado el momento de implantar la dictadura del proletariado. Sin embargo, Companys, siguiendo los consejos de un enviado del republicano Manuel Azaña, limitó sus pretensiones a sumarse a la rebelión y a proclamar el Estado catalán dentro de la República federal española. Sería Madariaga el que afirmaría que con el alzamiento de 1934 las izquierdas habían perdido toda legitimidad para condenar la sublevación de julio de 1936".