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Diario YA


 

hundimiento del Fianza Fail, “Soldados del destino”

Elecciones en Irlanda: Los hijos de Collins derrotan a los de De Valera

José Luis Orella. Las complicadas elecciones generales irlandesas han confirmado finalmente el hundimiento del Fianza Fail, “Soldados del destino”, fuertemente golpeado por el descalabro económico de un sueño que había elevado a los irlandeses al nivel del tigre celta. Según las primeras preferencias, el Fine Gael tendría el 36,1%, el laborista el 19,4 %, el Fianna Fail el 17,4 %, el Sinn fein el 9,9 %, los verdes el 1,8 % y los independientes el 15,2 %. Resultados que darían un reparto de escaños de 76 para el FG, 37 para el LP, 20 para el FF, 14 para el SF, 5 para la Alianza de Izquierda Unida y 14 para los independientes.

Los hijos de Michael Collins, el Fine Gael, eterno derrotado, democristiano y miembro del Grupo Popular Europeo obtiene un aventaja como nunca la había obtenido, y muy posiblemente prefiera gobernar en solitario con apoyo de los independientes, aunque los laboristas, también partícipes de muy buenos resultados, quieran tomar parte en el gobierno. En 1921, el primer gobierno del nuevo Estado fue liderado por W.T. Cosgrave del partido Cumann na nGaedheal, posteriormente denominado Fine Gael, y heredero de Michael Collins, artífice de una independencia aún dependiente de la Gran Bretaña. En la oposición van a estar el Fianna Fail, “Soldados del Destino”, un 23 de marzo de 1926, por el hispano-irlandés, Eamon de Valera. El nuevo partido era hijo de la tradición republicana nacionalista, que lo vinculaba a la revuelta de Pascua de 1916, de cuyos principales partícipes, el único que no pudo ser ejecutado fue de Valera. Pero, esencialmente representaba a los opositores del Tratado Anglo-Irlandés de 1921, que seccionó Irlanda en dos mitades, y provocó una breve guerra civil. Sin embargo, este hecho bélico determinó los futuros comportamientos políticos de la sociedad irlandesa.

Eamon de Valera será el padre de la república de Eire, y su partido supo representar a las masas agrarias irlandesas, sus tradiciones celtas y plasmar políticamente las directrices morales y sociales de la Iglesia Católica. A cambio, el partido supo crecer y representar los intereses locales más inmediatos, proporcionando una mejora creciente del nivel de vida del irlandés medio. El éxito de la fórmula fue saber mantener el equilibrio entre la gestión práctica del día a día, con la imagen del paraíso celta católico. Pero la intensa relación entre el FF y las empresas constructoras llevó con la crisis financiera al hundimiento inmobiliario irlandés, y consiguientemente con el entramado empresarial que apoyaba al partido en el gobierno. Pero su electorado, por razones históricas no puede votar a “los hijos de Collins” por lo que sus dos tercios de votos fugados han alimentado al partido madre del cual se escindieron a su vez en 1926, el histórico Sinn Fein, aunque en la actualidad el FF se sitúe en la derecha social, y el SF en la izquierda nacionalista, y a los independientes que son ahora la cuarta fuerza del país. Ambos campos han crecido de forma sustancial, y Gerry Adams disfruta de una gran victoria en el sur de la isla, después de abandonar el parlamento de Londres. En cuanto a la izquierda radical, se mantiene, y los verdes desaparecen casi de escena por su responsabilidad de gobierno en la coalición con el Fianna fail.