Covadonga. Mientras algunos jóvenes españoles hacen huelgas, asisten a manifestaciones, no estudian ni van a clase y algunos incluso llegan al extremo de ponerse la camiseta del Che al grito de “donde están los curas….”, parece que en Chile prefieren seguir a una Cruz. Quizá es que mientras nuestros curas se dedican a enseñar las bondades de la tolerancia y los Obispos a enviar comunicados a los medios, los curas de allá se lo toman más en serio, especialmente con los jóvenes.
El sábado 20 de octubre, más de cien mil jóvenes participaron en la 22º Peregrinación al Santuario de Santa Teresa de los Andes en Chile. Al final de este gran evento, hubo una Misa que presidió el Arzobispo de Santiago y Presidente del Episcopado, Mons. Ricardo Ezzati.
El prelado animó a los jóvenes en su homilía a sentirse orgullosos de ser cristianos, “para que esta Iglesia sea la que Cristo quiere, él le da sentido profundo y verdadero al caminar del hombre. Seamos un pueblo de corazón abierto, que sólo crece si lo hace junto a los demás y donde el desarrollo tenga rostro humano"
Además, invitó a vivir la fe en comunidad en este tiempo de Misión Joven, como "la única forma de conservarla y fortalecerla".
El Padre Francisco Llanca, Vicario de la Esperanza Joven, comentó que esta peregrinación lo conmueve y lo contagia de alegría: "esta es una señal de que los jóvenes están con Cristo y con la iglesia, que tenemos que tomar más en serio la Misión Joven, acercarnos a ellos, escucharlos y acompañarlos, tienen fe y son el futuro."
Cuando se preguntó a los jóvenes por los motivos que les había llevado a recorres los 27 kilómetros que hay entre la cuesta de Chacabuco y el Santuario, respondieron sus peticiones a Cristo: "camino por mis estudios", "para que se mejore mi papá", "porque quiero entrar a la universidad", "quiero que Chile sea un país más justo", "por los mapuches" y "para demostrar que sí creo en Dios".
Probablemente sea el momento de establecer en España una ‘Misión Joven’ tan fuerte como la Chilena.