Redacción. Ya son tres los sacerdotes católicos que han sido asesinados en Colombia en un espacio de tiempo de solo 20 días. El último ha sido el sacerdote de 50 años Luis Alfredo Suárez Salazar, que falleció a tiros por desconocidos en Ocaña, Norte de Santander (Colombia), mientras se encontraba de vacaciones en esta localidad, antes de regresar a la Diócesis de Villavicencio donde realizaba su labor pastoral, según ha informado la Policía colombiana.
Las autoridades colombianas se encuentran en estos momentos investigando los hechos, recogiendo las declaraciones de algunos lugareños que vieron como fue atacado por dos personas que se desplazaban en una motocicleta sin placa y, sin mediar palabra, la emprendieron a tiros con el prelado. En este ataque también resultó herido el conductor del vehiculo, Hernán Torres Ramos, que está hospitalizado con pronóstico reservado
El sacerdote, que era una persona humanitaria y solidaria, como le describe su familia, acababa de regresar del Santuario del Agua de la Virgen y se prestaba a ayudar a su hermana con algunas cosas que iba colocando sobre un camión.
También fue asesinado por unos desconocidos otro sacerdote católico de 84 años de edad, en el departamento colombiano de Caldas (oeste), llamado José Ancízar Mejía Palomino.
Lo mismo que le sucedió el pasado 16 de enero, en Buga, departamento del Valle del Cauca, al sacerdote José Francisco Vélez Echeverry, caso por el que ya hay un capturado.
Como ha manifestado el presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, Monseñor Rubén Salazar, ya son 83 los sacerdotes que han sido asesinados en Colombia desde 1984 hasta la actualidad, además de cinco religiosas, tres religiosos, tres seminaristas, un arzobispo y un Obispo.