En el 125 aniversario de la botadura del submarino del español Isaac Peral
Murcia. El Delegado del Gobierno en la Región de Murcia, Joaquín Bascuñana; la Alcaldesa de Cartagena, Pilar Barreiro; el Almirante Jefe del Arsenal de Cartagena, Fernando Zumalacárregui, el Almirante de Acción Marítima, Salvador María Delgado Moreno, el Director del Museo Naval, Pablo Zárate, y el Presidente de Correos, Javier Cuesta, entre otras autoridades, presentaron la semana pasada en el Museo Naval de Cartagena el sello que conmemora el 125 Aniversario de la botadura del submarino Peral.
Isaac Peral y Caballero (Cartagena, 1851 – Berlín, 1895) figura en las páginas de la historia como un destacado científico, militar y marino de la Armada que inventó el primer submarino de propulsión eléctrica. Siguiendo la tradición familiar, ingresó muy joven en la Armada, donde adquirió una gran formación técnica. Tras servir durante 20 años en la Marina, en 1882 fue nombrado profesor de física matemática en la Academia de Ampliación de Estudios de la Armada.
Dos años más tarde comenzó a desarrollar el proyecto de navegación submarina que mantuvo en secreto hasta 1885, en que por fidelidad a España y mejor defensa del país, lo dio a conocer a sus superiores ante el conflicto que pudo entablarse con Alemania por la invasión de las islas Carolinas.
Con el apoyo del Ministro de Marina y la aprobación del proyecto por la Junta Técnica, en 1887 se inició la construcción del submarino en el Arsenal de La Carraca (Cádiz) y el 8 de septiembre de 1888 tuvo lugar la botadura. La nave medía 22 metros de eslora y 2,87 de manga. Contaba con baterías de acumuladores, tres dinamos y dos motores de 30 caballos que permitían desplazar bajo el agua este prototipo de más de 80 toneladas de peso. El submarino incorporó elementos nuevos que más tarde se introdujeron en todos los submarinos, como la propulsión eléctrica, el tubo lanzatorpedos, el periscopio y la aguja compensada.
Durante 1889 y 1890, Isaac Peral y la dotación efectuaron todos los ensayos necesarios con éxito, recibiendo los elogios de la prensa española y extranjera. Sin embargo, y a pesar de los resultados obtenidos, se inició una campaña en su contra y el Ministerio de Marina emitió un informe desfavorable a continuar con las pruebas del submarino, por lo que el inventor pidió la baja en el Cuerpo.
Ya por su cuenta, Isaac Peral continuó desarrollando otros inventos. Así, en Madrid montó una fábrica de acumuladores eléctricos de su invención, dirigió la instalación del alumbrado eléctrico en varias ciudades y municipios y montó las primeras centrales eléctricas de España.
El sello, segundo que homenajea al submarino Peral después del emitido en 1964, tiene un formato de 28,8 x 40,9 mm. Su tirada es de 220.000 ejemplares y su valor facial de 0,54€, lo que permitirá su difusión por toda España. La impresión está realizada por el sistema Offset, en papel engomado.