En la ceremonia de beatificación de 124 mártires coreanos
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JD Mez Madrid. En la ceremonia de beatificación de 124 mártires surcoreanos que se realizó durante el mes de agosto, al aire libre, en la plaza Gwanghwamun, centro de Seúl, creo que es bueno recordar que los 124 mártires beatificados forman parte de la primera generación de católicos coreanos que fueron asesinados por motivos religiosos durante los siglos XVIII y XIX, a manos de las autoridades de la época, que temían que la difusión del catolicismo debilitase el confucianismo. “Su ejemplo tiene mucho que decirnos a nosotros, que vivimos en sociedades donde, junto a una inmensa riqueza, crece una extrema pobreza y donde rara vez se escucha el grito de los pobres”, ha subrayado el Papa, según ha informado la agencia surcoreana de noticias Yonhap.
“Nos retaron a pensar por lo que, en todo caso, nosotros mismos estaríamos dispuestos a morir”, ha afirmado Francisco. “Si seguimos el ejemplo de los mártires y tomamos la palabra del Señor, entenderemos la sublime libertad y alegría con la que recibieron su muerte”, subrayaba. En este sentido, el Sumo Pontífice también hizo referencia a cómo estos mártires han contribuido al propio desarrollo de la historia de Corea del Sur. “Hoy es un día de gran regocijo para todos los coreanos”, afirmaba en aquella ocasión el Papa.