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15 años después del cobarde asesinato perpetrado por ETA, sigue más vivo que nunca el ‘espíritu de Ermua’ en toda España

En Memoria de Miguel Ángel Blanco

Diario Ya.  Se cumplen quince años de la desaparición de Miguel Ángel Blanco, pero para muchas de las personas que vivimos esos dos terribles y dramáticos días, su recuerdo permanece nítido e imborrable en nuestro corazón y en nuestra memoria. Ahora se celebran en su honor más de cuarenta actos en todo el territorio nacional. Nadie lo merece más que él, nacido además un 13 de mayo, día de la Virgen de Fátima.

La organización terrorista ETA consiguió acabar con la vida de Miguel Ángel, pero nunca podrá erradicar en España el espíritu de Ermua, que siempre permanecerá. 
 
Sin quererlo, la organización terrorista logró todo lo contrario de aquello que pretendía, y lo que casi nada ni nadie es capaz de conseguir: la unión de todo el pueblo español levantado en una única voz. La muerte de Miguel Ángel marcó el fracaso más estrepitoso de la banda y también su vergüenza.
 
Miguel Ángel Blanco Garrido, nacido el día de la Virgen de Fátima, el 13 de mayo de 1968, en Lasarte, fue Concejal del PP en la localidad de Ermua (País Vasco). Secuestrado por ETA a las cuatro de la tarde del jueves 10 de julio de 1997, a cambio de su liberación los terroristas pidieron el acercamiento de los presos etarras al País Vasco. Los dos días terribles de los que hablábamos, se llenaron de protestas y manifestaciones en toda España que gritaban por su liberación a una banda que ni escucha ni tiene piedad. Y que siempre toma como víctimas a inocentes desprevenidos, a los que no pueden defenderse ni están en igualdad de condiciones, abusando de la vana superioridad que caracteriza al cobarde.
 
El Gobierno del PP, el mismo partido político al que Miguel Ángel pertenecía, no cedió al chantaje, y ETA contestó a su manera, como acostumbra a hacer las cosas, con la muerte y la destrucción.
 
Fue herido de muerte con dos tiros en la cabeza que marcaron su final, el día 13 de julio de 1997.
 
Quince años después, el 13 de julio de 2012, la Fundación Miguel Ángel Blanco, que preside su hermana, María del Mar Blanco, ha organizado una serie de homenajes en las localidades españolas que han querido dedicar a la memoria del concejal el nombre de una calle, una plaza, un parque o un polideportivo.
 
Especialmente emotivo ha sido el acto de Ermua, al que ha asistido la hermana de Miguel Ángel y el alcalde de la localidad, Carlos Totorika. 
María del Mar ha pedido una "unidad social y política" que permita derrotar "las ideas totalitarias y excluyentes de ETA", una vez que "todos los demócratas" lograran "derrotar a ETA". 
 
Como emocionante ha sido también el acto celebrado en el municipio alicantino de Guardamar del Segura, donde veranea la familia Blanco. Los padres del edil han recordado a su hijo en una marcha por la localidad que ha terminado con una ofrenda floral en un monolito realizado en su memoria y con la lectura de un manifiesto. La madre del concejal asesinado ha agradecido públicamente las muestras de cariño ofrecidas hacia su hijo. 
 
En Zaragoza se ha dedicado a Miguel Ángel un minuto de silencio en un acto presidido por Luisa Fernanda Rudi, Presidenta de Aragón y del PP en la comunidad y por el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch. 
 
La presidenta aragonesa ha recordado las "cuarenta y ocho horas angustiosas" que vivimos los españoles durante el secuestro del concejal y el "punto de inflexión" que originó un movimiento reactivo de rabia entre la ciudadanía de toda España e incluso en el País Vasco, que salió a la calle gritando "asesinos a ETA" y "libertad". 
 
Castilla y León también ha recordado a Miguel Ángel con unos minutos de silencio y con las flores que se han colocado en su honor en las plazas de las calles que llevan su nombre. 
 
Han sido muchas, en definitiva las localidades españolas que han recordado con intensa emoción a Miguel Ángel, como son Manzanares, Albacete, Quintanar de la Orden, Majadahonda, Alpedrete o Getafe, por citar solo algunas. En todas ellas, un sentimiento unísono que recuerda el espíritu de Ermua con valentía y con orgullo. Un silencio que se dedica a Miguel Ángel, igual que las flores que honran los mismos lugares que le recuerdan a diario.
 
Y una voz siempre por encima de todas, la de una de las personas más cercanas a Miguel Ángel, su propia hermana.  En una entrevista que concedió a Efe, María del Mar Blanco lamenta que quienes aplaudieron el asesinato de su hermano participen ahora en la vida democrática y estén tan "crecidos" sin haber "movido ficha". María del Mar, Presidenta de la Fundación Miguel Ángel Blanco, reconoce que le duele mucho la legalización de Sortu por parte del Tribunal Constitucional (TC), cuando a día de hoy esta formación sigue sin reconocer el daño causado, sin pedir perdón y sin colaborar con la Justicia. 
 
También manifiesta María del Mar que el anuncio del cese definitivo de la violencia no será creíble hasta que la organización se disuelva, entregue las armas y pida perdón. Y añade “aunque ya no exista la unidad y el consenso político que existía en 1997, todavía queda algo del espíritu de Ermua”.