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Diario YA


 

es un aspecto del derecho a la educación

Enseñanza de religión en la escuela

José María Solanes. El respeto de la libertad religiosa exige que los alumnos de las escuelas públicas y privadas puedan recibir voluntariamente una enseñanza de la religión en coherencia con su fe. Esta es la postura que mantiene la Santa Sede en una Carta de la Congregación para la Educación Católica.

     La enseñanza de la religión en la escuela, es un aspecto del derecho a la educación. Sin esta materia, los alumnos estarían privados de un elemento esencial para su formación y para su desarrollo personal, que les ayudará a alcanzar una armonía vital entre fe y cultura.

     En una sociedad pluralista este derecho supone que los padres puedan escoger para sus hijos una enseñanza religiosa coherente con su fe. Así lo recuerda el Concilio Vaticano II: “[A los padres] corresponde el derecho de determinar la forma de educación religiosa que se ha de dar a sus hijos, según sus propias convicciones religiosas”, y que se violan esos derechos “si se impone un único sistema de educación del que se excluye totalmente la formación religiosa”.

     Frente a los que dicen que la enseñanza de la religión debe hacerse en el marco de la parroquia y de la familia, la Carta  a que hago referencia en el primer párrafo, dice lo siguiente: “La enseñanza de la religión es diferente y complementaria a la catequesis, en cuanto es una enseñanza escolar que no solicita la adhesión de fe, pero transmite los conocimientos sobre la identidad del cristianismo y de la vida cristiana”.

     En esta materia escolar, sigue diciendo la Carta: “corresponde a la Iglesia establecer los contenidos auténticos de la enseñanza de la religión católica en la escuela, que garantiza, ante los padres y los mismos alumnos la autenticidad de la enseñanza que se transmite como católica”. La Iglesia reivindica esta competencia independientemente de la naturaleza de la escuela (estatal o no estatal, católica o no católica) donde viene impartida.

     La enseñanza religiosa escolar, es necesario que aparezca como disciplina escolar, con la misma exigencia y rigor que las demás materias.