Elena Gutiérrez. Juan Manuel Cotelo es Director, productor, guionista, actor, periodista y ahora presidente de Infinito+1, una pequeña empresa creada para contar de manera abierta y sin rodeos historias que hablan del amor de Dios a los hombres, de lo esencial que es “invisible a los ojos” como decía el Principito. Con relatos que nos introducen en cada vivencia de la mano de su protagonista, consiguen emocionarnos, conmovernos y divertirnos. En un viaje que, para muchos ha marcado un antes y después, pero que en todo caso, vale la pena conocer.
“Te puede pasar a ti” es una serie que presenta en varios capítulos a personas muy distintas que tienen en común que su vida está en las antípodas de lo cristiano, y que un día descubren con sorpresa que Dios está vivo y todo comienza a cambiar. La intensa transformación vital que supone esta conversión, se cuenta desde la perspectiva del ingenio y la creatividad que acompañan siempre al talentoso director español.
También hay lugar para los testimonios dentro de la caravana de Juan Manuel, donde varias personas elegidas al azar hablan con él sin un guion prefijado, con una conversación serena y espontánea que va surgiendo de manera natural pero con absoluto respeto sobre Dios, la Iglesia, la fe...
Los personajes que el Director ha elegido para contar su historia, surgen de la casualidad, aunque Juan Manuel nos recuerda: “Tom Wolfe dice que la casualidad es el disfraz que usa Dios para conservar el anonimato”.
"Te Puede pasar a ti”
El primer capítulo presenta la historia del colombiano Juango Callejas, un pandillero rodeado de matones, narcotraficantes y blanqueadores de dinero, que llevaba una vida basada en el sexo, las drogas y el rock’n’roll, hasta que un accidente de coche y varias experiencias cercanas a la muerte le dicen que debe cambiar. Hoy, Juango es sacerdote.
El segundo capítulo, que se acaba de presentar en junio, gira en torno a la vida del mexicano Rubén García, quien después de una infancia difícil, se hace homosexual activo y tiene incontables relaciones sexuales con hombres que le llevan incluso a prostituirse, hasta que, cuando está a punto de operarse para ser transexual, descubre en un retiro espiritual que Dios ama a todos… y a partir de ese momento comienza su cambio.
En todo caso, como avisa Juan Manuel antes de comenzar a ver la película, se aconseja al espectador quitarse prejuicios, «Tú decides: te subes a este viaje, o te quedas donde estás».
Entrevista con Juan Manuel Cotelo
. Diario Ya: Juan Manuel, la historia que cuenta en cada capítulo de “Te puede pasar a ti” conmueve y acerca a una historia difícil y oscura pero que, vista con los ojos de su protagonista, nos hace entender los hechos que transcurren en su vida, sus emociones y sus reacciones ¿Cree que es la mejor manera de entender mejor a los demás, “ponernos en sus zapatos”?
. Juan Manuel: Solamente Dios tiene la mirada realista y completa sobre cada ser humano, la visión que permite el diagnóstico certero de cada corazón. Nosotros no podemos llegar nunca a conocer perfectamente a alguien, ni siquiera a nosotros mismos. Sin embargo, hemos de tratar de comprender a los demás, sin juzgarles. Y para ello, el único punto de partida posible es la escucha y la contemplación del otro, sabiendo que todos hemos sido creados buenos e inocentes, así como "permeables". Nuestras decisiones libres y las decisiones de otros, que nos afectan, van configurando la vida y el destino de cada uno. Y la última palabra, por suerte, la tiene Dios, que es capaz de enderezar con su misericordia lo que hayamos torcido con nuestra fragilidad.
. Diario Ya: Probablemente haya muchos casos que, como Rubén García, el protagonista de la segunda cinta de la serie, hayan sentido la crítica y el prejuicio de los demás de tal manera que la reacción natural fue alejar a Dios de su vida sintiendo un gran vacío…
. Juan Manuel: La reacción natural del hombre es siempre escoger a Dios. Rechazar a nuestro creador, o las leyes que nuestro creador ha puesto en la naturaleza humana no es algo natural, sino todo lo contrario, es dañino para nuestra naturaleza. De ahí que el corazón humano se sienta vacío cuando escoge libremente algo que le separa de Dios, sea cual sea la causa que provoque esa separación. Unas veces puede ser por una mala influencia ajena. En todo caso, no hay nunca felicidad en el pecado. Como mucho, un sentimiento pasajero de satisfacción. Lo que sucede es que las decisiones que benefician a nuestra naturaleza no son necesariamente las más apetecibles, ni todo lo que nos apetece es conveniente a nuestra naturaleza. El sol es bueno y me apetece exponerme a él, pero puede haber momentos en que no deba hacerlo porque me puede quemar. Tal vez hoy no me apetece comer o ir al médico, pero es bueno que lo haga. Me apetece guardar rencor a una persona, me lo pide el cuerpo, pero no es bueno para mí albergar ese sentimiento. Con otras palabras, no hemos de identificar "natural" con "tendencia apetecible". Rubén se alejó de Dios por el mismo motivo por el que todos lo hacemos: por creernos más listos que nuestro creador y pensar que nuestra idea de vida puede mejorar la que Él mismo ha diseñado para mí.
. Diario Ya: ¿Cómo podemos ayudar a los homosexuales que quieren cambiar de vida y que errores deberíamos evitar, en su opinión?
. Juan Manuel: No hay una receta específica para homosexuales, distinta de la receta para mí o para cualquiera. Quien quiera cambiar de vida ha de ponerse en manos del único que tiene el poder real de transformar los corazones hacia la plenitud del bien. Nadie nos conoce y nos quiere tanto como Dios. Nadie. Ninguna receta tiene la potencia renovadora que la que nos presenta Jesucristo. Todo lo demás, se queda corto, no funciona. Si una persona desea sinceramente vivir una vida cien por cien satisfecha, que compare la receta de Cristo con cualquier otra que haya probado. Que no lo compare en teoría, sino que se atreva a hacer la experiencia real, personal, concreta, hoy. La paz, fortaleza, alegría y esperanza que se experimenta aceptando la palabra de Jesucristo, no se experimenta con nada más. No tiene sentido debatirlo, sino ponerlo a prueba personalmente. No ha habido, ni hay ni habrá un sólo caso de cristiano que viva las enseñanzas de Jesucristo y que no pueda concluir "esto mejora mi vida". Es una receta universal, para cualquiera.
. Diario Ya: En España y fuera de nuestras fronteras ha habido muchos casos de conversión que se han producido después de ver “La Última Cima”, y vemos que esta nueva serie “Te puede pasar a ti” va en la misma dirección, ofreciendo un gran estímulo para los católicos… aunque nos consta que no es su motor, ¿Ha recibido alguna felicitación de la Iglesia Católica?
. Juan Manuel: Constantemente recibimos el agradecimiento y estímulo de personas de toda condición. Lógicamente, muchos son católicos. Sin embargo, lo que más alegría nos da es recibir ese mismo agradecimiento, incluso mayor, por parte de personas que no conocían la verdad y belleza del cristianismo y que, después de ver alguno de nuestros trabajos, han decidido poner a Dios en el centro de su vida. Algunos llevaban más de diez años sin pisar una iglesia; otros deciden reconciliarse con un familiar; o son personas que han abortado a un hijo y nos piden ayuda, o iban a abortar y cambian de plan. El goteo de conversiones que Dios provoca en el mundo es imparable, porque Dios no se ha ido de vacaciones. Siempre está dispuesto a conquistar a un corazón y se sirve de todo, incluso de una película.
. Diario Ya: En la Iglesia cabemos todos… ¿por qué esa creencia generalizada de que todos los católicos debemos ser santos? ¿Quién se inventaría ese Dios despiadado del que hablan algunos?
. Juan Manuel: No solamente los católicos hemos de ser santos, sino que todos los seres humanos debemos serlo, sin excepción. No piense en la santidad como una meta apta sólo para superhéroes. La santidad consiste en cumplir la voluntad de Dios para mí, sea yo quien sea. Esa creencia surge de boca del mismo Dios, no se le ha ocurrido a otro: "No el que dice "Señor, Señor" entrará en el Reino de los Cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre Celestial" (S. Mateo, 7). Cualquiera que pregunte a Dios, con deseo de obedecer, "¿qué quieres que haga?", conocerá la respuesta. Unas veces, Dios te dice "quiero que hagas eso", otras veces "quiero que no hagas eso" y otras "lo que quieras hacer, a mí me parece bien." En la conciencia, Dios habla a cada persona que quiera cumplir su voluntad, con una precisión que no deja lugar a dudas. Luego, uno puede hacer con esa voz de la conciencia lo que quiera, incluso despreciarla o negarla. Con respecto a ese dios despiadado del que me pregunta, es invención del propio Satanás, que desea la desesperación del hombre y le hace creer que Dios no perdonará "eso tan grave que has hecho". Dios es infinitamente misericordioso, su corazón es mayor que cualquier pecado que podamos cometer. Su infinito amor es también la causa de que no imponga su voluntad a nadie. Si una persona decide libremente rechazar para siempre a Dios... escogerá libremente la muerte eterna, la separación del amor de Dios. Dios no condena a nadie, sino que las personas somos las que libremente decidimos prescindir de Dios. La libertad que tenemos para amar a Dios... es la misma que tenemos para odiarle y para suicidarnos eternamente. Merece la pena escoger la vida con Dios, confiar en Él, hoy, sin esperar un día más a vivir sin Dios.
. Diario Ya: Juan Manuel, si alguna vez se decidiera a contar la historia de algún Papa, ¿qué Papa elegiría? ¿Cuál de ellos le conmueve especialmente?
. Juan Manuel: Me quedo con tres, no con uno. Con Pedro, para contar que Dios escoge a cualquiera, pero tiene predilección por los más pecadores. En su primera conversación con Jesús, Pedro se presentó con estas palabras: "aléjate de mí, que soy un pecador." Y Cristo no se sorprendió ni se asustó, sino que confirmó su elección: "haré de ti un pescador de hombres." Me quedo también con Juan Pablo II, porque le quise de modo incontrolable e inexplicable. Me atrapó completamente el corazón, en mi adolescencia y juventud. Su historia me serviría para contar que para Dios no hay imposibles ni los condicionantes humanos frenan sus planes. Ahí está la prueba: un obrero... atrapado en un sistema comunista... Papa. Y me quedo con Benedicto XVI, con quien contaría que la dulzura, la inteligencia y la sencillez son armas más poderosas que la mentira, la violencia y la manipulación con que le atacan sus enemigos.
. Diario Ya: A lo mejor es hora de cambiar un poco la crítica indiscriminada por una actitud de respeto y de acogimiento para acercarnos a los demás…
. Juan Manuel: Es hora de que los cristianos nos convirtamos a Dios, es hora de que examinemos el amor con que tratamos a los demás, empezando por el amor con que tratamos a Dios. Es hora de que examinemos la verdad de nuestra vida de fe. ¿Creemos realmente en Dios, confiamos en Él... o limitamos nuestra fe a la práctica de unos ritos? Es hora de que compartamos la fe con todo el mundo, sin excepción. Es hora de que volvamos a poner a Dios en el centro de nuestra vida, en lugar de tenerlo como un extra, como un adorno. Es hora de que sustituyamos la imagen de un Cristo llena de polvo y telarañas, un Cristo muerto al que recordamos, por uno vivo y cercano al que adoramos, hablamos, pedimos perdón y agradecemos.
. Diario Ya: Para terminar, Juan Manuel, nos gustaría felicitarle por su valentía al tratar temas de los que pocos se atreven a hablar, como la homosexualidad. Enhorabuena por enseñárnoslos desde una óptica distinta, por ayudarnos a entenderlos, por hacer posible que los acojamos en nuestra vida de una manera más natural. Gracias por fomentar el respeto y por ofrecer la cara verdadera de Dios
. Juan Manuel: Muchas gracias. No hay que ser valiente para ir por la vida con Dios. Hay que ser muy valiente para ir por la vida sin Dios.
Películas del Director
. El sudor de los ruiseñores (1998)
. La Última Cima (2010)