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Diario YA


 

José Luis Orella: El ajedrez ucraniano

 

 

Ucrania se desliza hacia la división social. Finalmente ha quedado claro que el rechazo al acuerdo con la UE, en realidad escondía una nueva revolución. (El ajedrez ucraniano)

 

 

Errores lingüísticos y frailes separatistas. ¡Dios nos ampare!

Miguel Massanet Bosch.  Es incomprensible que, en mi tierra, en las Baleares, puedan suceder cosas tan absurdas como que a dos niños con problemas para el aprendizaje del lenguaje a quienes el logopeda les recomendó que estudiaran en español, en el colegio público en el que estudiaban, el Colegio Público Ponent, se negaron a ello “invitando” a su madre a que los llevara del centro “recomendándoles” "que si quería que mis hijos estudiaran en castellano, me fuera a la Península". Cuando puso el hecho en conocimiento de la Consejería de Educación le contestaron mediante una carta que les garantizarían a sus hijos seis horas semanales en español. El logopeda certificó la conveniencia de que estudiasen sólo en español,  sin que obtuviera el menor éxito ya que la indicada Consellería les dijo según su atribulada madre: “que deje que mi niño aprenda catalán, y que ellos pondrían sus medios para que yo también lo aprenda". Y es que, como sentenciaba F.de la Rochefoucauld en sus conocidas Máximas: “La obstinación nace de la estrechez de espíritu”. Y esto está ocurriendo en una comunidad donde ganó, por un amplio margen, el PP y en la que hay una gran mayoría de ciudadanos que para nada están de acuerdo con la obligación de estudiar el catalán y en catalán.

 
Casos como el mencionado se han hecho comunes tanto en las Baleares como en Catalunya, a pesar de las sentencias del TS y de los TSJC en las que se obliga a respetar los deseos de los padres en cuanto al sistema de educación que deben recibir sus hijos, algo que está recogido en nuestra Constitución. Lo que sucede es que parece que se ha puesto de moda, en algunas comunidades, el olvidarse de la existencia de la Carta Magna, de que sus preceptos están por encima de cualquier otra disposición de carácter nacional o autonómico y que el incumplirla y, aún más, cuando quienes lo hacen son autoridades, mandatarios o centros públicos, comporta importantes sanciones penales. El Gobierno Balear debiera de haber tomado cartas en el asunto para remediar el entuerto, antes de que este tuviera publicidad y se haya convertido en objeto de repulsa en toda España.
 
Es por eso que, como al parecer el PP no está en la onda de poner freno a tales hechos, no considera oportuno mojarse porque “ahora no toca” y no quiere exacerbar más los ánimos de los secesionistas catalanes, que parecen dispuestos a tantear la firmeza del Gobierno con sus amenazas independentistas y sus exabruptos contra España; acojo con entusiasmo la iniciativa de Rosa Diez, con la que puedo tener alguna diferencia de criterio, pero que, en el aspecto de defensa de la unidad de la patria, de lucha contra el terrorismo etarra y  sometimiento a los mandatos de la Constitución, viene demostrando que no tiene quien la supere. El que UPyD, vaya a plantear en el Congreso una Ley de Prevención y Erradicación de la Discriminación Lingüística, demuestra que el sentido común, el patriotismo y el respeto por la Constitución, afortunadamente, no se ha perdido en todos los ciudadanos, aunque tenga que ser, para vergüenza de muchos, partido emergente, como el de Rosa Diez, quien tenga que recordar a “sus señorías” qué es lo que está establecido en nuestros preceptos constitucionales. No tengo muchas esperanzas  de que tenga éxito en su cruzada pero le aseguro que se lo deseo; al menos hace lo posible para salvar a España de esta carroña nacionalista que nos está invadiendo.
 
Y pasemos a tratar otro tema. Un tema que nunca pensé que tendría que volver a escribir pero que parece, una vez más, en esta Historia de España de la que nadie parece querer aprender y que, en tantas ocasiones, cae en  los mismos errores como si las enseñanzas de la Guerra Civil y las causas que la motivaron no les haya enseñado a determinados clérigos los peligros de salirse de la doctrina cristiana para meterse a politicastros con escasez de miras y una gran dosis de sectarismo, temeridad y más que dudoso sentido ecuménico. En efecto, el que 80 sacerdotes catalanes afiliados al Foro José Alcina, nos hagan recordar a los curas vascos que, en tiempo de la contienda de 1.936, se decantaron por aquellos que, en el resto de España, se habían dedicado a masacrar a religiosos y religiosas en número de más de 6.000; imbuidos de las utópicas doctrinas de Sabino Arana y posteriormente, en pleno periodo de las matanzas indiscriminadas de ETA, un clérigo, el obispo Setién, llegara a defender y tener contactos con los etarras intentando, de alguna manera, justificar sus “hazañas”; cuando se han solidarizado con los independentistas catalanes lanzando un comunicado apoyado el proyecto independentista catalán. 
 
El panfleto se titula: "Con el clamor del pueblo" y se muestra “a favor del proyecto de una Cataluña respetada, libre en sus decisiones, con capacidad para recoger los frutos del trabajo de sus ciudadanos y poderlos revertir en dinero disponible para poder hacer carreteras, atender las escuelas, la salud, las pensiones y la atención a las familias más necesitadas". Por lo visto el que Catalunya colabore, como comunidad rica, a que otros niños, de comunidades menos poderosas, puedan mandar a sus hijos al colegio, pagar pensiones y atender a las familias necesitadas, no forma parte del espíritu ecuménico de estos sacerdotes catalanes que, al parecer se equivocaron al coger los hábitos ya que, una de las reglas más firmes de la religión católica es la de aplicar la caridad, la igualdad de todas las personas, fueren de una raza u de otra, ante Dios y la no discriminación por razón de raza. 
 
El chauvinismo, el evidente odio y rechazo al gobierno español que quedan reflejados en frases como: “España, después de la inaceptable actuación del Tribunal Constitucional, después de las repetidas agresiones a la lengua catalana, después de los repetidos incumplimientos de los compromisos dinerarios con Cataluña creemos que ha llegado la hora de decir ¡basta!”  o “El modelo uniformador y dominador de España que no acepta las diferencias, que no escucha, ha llegado a un punto de no retorno. Allá donde es imposible una relación de reciprocidad entre iguales y donde sólo se quiere sumisión y renuncia, un país que se considere no tiene cabida". No sabemos como va a reaccionar ante esta intromisión en política de estos religiosos el señor Martínez Sistachs, el Obispo y Cardenal catalán; pero, sin duda, su reacción ante esta boutade de estos independentistas nos dará la medida, a los católicos que vivimos en Catalunya, de cual es la verdadera postura de la Iglesia ante esta rebelión en contra de la Autoridad establecida. Como información añadida podemos decir que muchas de las iglesias que han adoptado semejante actitud han quedado huérfanas de feligreses.
 
En fin, en todo ámbito religioso podemos encontrar a sus correspondientes “judas” que por treinta monedas son capaces de vender a sus hermanos. No es la excepción, al parecer, esta curiosa secta catalana que, además, son conocedores de que actúan en contra de las leyes estatales y contribuyen a crear escándalo entre los feligreses que no comparten sus ideas políticas. Dios quiera que esta movida, alimentada por la Generalitat y apoyada por los partidos de izquierdas, esta incompetencia y cerrilidad de quienes se enfrentan a España, no llegue a un punto en que se llegue a producir un enfrentamiento entre independentistas y el resto de españoles. En todo caso, ellos se lo habrán buscado. La Constitución tiene previsto, en su normativa, Artº 8, a quien le corresponde velar por la integridad de España. Todo está previsto. O así lo veo yo.