España, en recesión
Redacción Madrid. 19 de noviembre.
La economía española disminuyó un 0,2% entre julio y septiembre en tasa intertrimestral, registrando su primer retroceso en 15 años, aunque en tasa interanual creció un 0,9%, la mitad de lo que lo que lo hizo en el segundo trimestre, según los datos de Contabilidad Nacional difundidos hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
La economía española no retrocedía en un trimestre desde el segundo trimestre de 1993, cuando decreció un 0,3%. La tasa negativa intertrimestral del periodo julio-septiembre contrasta con el crecimiento del 0,1% que experimentó el PIB en el segundo trimestre y con el que registró hace un año, cuando la economía española avanzó un 0,6%.
Teniendo en cuenta que todos los pronósticos apuntan a una mayor desaceleración de la economía española en los próximos meses, España estaría al borde de la recesión económica (dos trimestres consecutivos de retroceso) y podría sumarse así a la lista de países que se encuentran ya en esta situación, como Alemania, Italia o Japón. De hecho, el vicepresidente económico, Pedro Solbes, ha reconocido que será difícil evitar que España entre en recesión en el cuarto trimestre.
En tasa interanual, la economía española creció en el tercer trimestre un 0,9%, nueve décimas menos que en el trimestre precedente (1,8%) y 2,7 puntos menos que en el mismo trimestre de 2007, cuando el PIB avanzó un 3,6%. Además, representa la tasa más baja desde el cuarto trimestre de 1993, cuando el PIB se contrajo un 0,3%.
Ante los datos conocidos hoy, que coinciden con el avance del INE del pasado 14 de noviembre y con las previsiones del Banco de España, el instituto estadístico señala que la economía española siguió mostrando el llamado "perfil desacelerado" por sexto trimestre consecutivo.
El INE atribuye la moderación en el ritmo de avance del PIB a la desaceleración de la demanda nacional, que redujo 1,4 puntos su aportación al crecimiento agregado, hasta 0,1 puntos, dato que se vio parcialmente compensado por la mejora en 0,5 puntos de la contribución del sector exterior, que pasó de sumar 0,3 puntos a sumar 0,8 puntos.
El PIB a precios corrientes creció a una tasa interanual del 4,3% en el tercer trimestre, desacelerando ocho décimas su ritmo de avance. De esta manera, el deflactor implícito de la economía se situó en el 3,4%, una décima más que en el trimestre anterior.
DESACELERACIÓN DEL CONSUMO.
El gasto en consumo final de los hogares desaceleró su crecimiento un punto, hasta el 0,1%, en línea con el desfavorable nivel de empleo de la economía, que presenta ya cifras de retroceso, reduciendo la renta disponible de las familias. El comportamiento más negativo del gasto de los hogares españoles se dio en los bienes duraderos, como los automóviles o los electrodomésticos.
Por su parte, el gasto en consumo final de las administraciones públicas se aceleró un punto en tasa interanual en el tercer trimestre, hasta alcanzar el 5,9%, debido a una mayor intensidad en el crecimiento de los consumos intermedios y de la remuneración de los asalariados de estas administraciones.
En el tercer trimestre, la formación bruta de capital fijo aceleró su retroceso desde el -0,2% del segundo trimestre al -3,2% en el tercero, situación que se notó especialmente en sus dos componentes principales: los bienes de equipo y la construcción.
En concreto, la inversión en bienes de equipo entró en negativo en el tercer trimestre, con una tasa del -0,6%, frente al crecimiento del 2,2% del trimestre anterior. Dentro de este componente, la inversión en material de transporte registró, por primera vez en el último ciclo, una tasa de crecimiento negativo del 6%.
Asimismo, la inversión en construcción continuó retrocediendo en el tercer trimestre, alcanzando una tasa negativa del 6,4%, superior en casi cuatro puntos a la del segundo trimestre (-2,3%). Esta desaceleración afectó sobre todo a la edificación residencial por el gradual descenso en la iniciación de proyectos y en la terminación de las viviendas.
Así, la inversión en este tipo de construcciones ha acentuado su caída desde el -6,4% del segundo trimestre al -13,4% en el tercero. Ello contrasta con el comportamiento de la inversión en infraestructuras y edificios no residenciales, que avanzó un 1,2%. Por su parte, la formación bruta de capital fijo en otros productos rebajó dos décimas su crecimiento, hasta el 3,5%.
Los datos del INE ponen de manifiesto que la demanda externa mejoró cinco décimas su contribución al crecimiento del PIB, pasando de sumar 0,3 puntos a sumar 0,8 puntos. Esta mejora fue resultado del avance más moderado de las exportaciones y del crecimiento negativo que registraron las importaciones, en línea con la debilidad de la demanda nacional.
DECRECEN LAS IMPORTACIONES.
Concretamente, las exportaciones de bienes y servicios redujeron su tasa de crecimiento del 4,2% al 1,5%, con una evolución desacelerada en sus dos componentes. Así, el crecimiento de las exportaciones de bienes se situó en el 3% desde el 4,7% del trimestre anterior, mientras que las de servicios moderaron su avance desde el 6,7% al 0,4%. Por su parte, el gasto turístico de los no residentes siguió en negativo por tercer trimestre consecutivo, con una tasa del -3,9%.
Las importaciones de bienes y servicios, por su lado, entraron en tasas en negativas en el tercer trimestre, con una reducción del 1,1%, frente al avance positivo del 2,4% que experimentaron en el segundo trimestre. Esta desfavorable evolución afectó a todos sus componentes, con una tasa del -1% en el caso de las importaciones de bienes (+2,9% en el segundo trimestre), del -1,6% en las importaciones de servicios (+1,6% en el trimestre anterior) y también del -1,6% en las compras de residentes en el resto del mundo (-4,6% en el segundo trimestre).
Desde la óptica de la oferta, el INE apunta que en el tercer trimestre todas las ramas de actividad registraron un peor comportamiento que en el trimestre anterior. Las ramas industriales contrajeron su crecimiento un 3,4%, mientras que las ramas energéticas atemperaron su crecimiento desde el 4,4% al 2,9%. El valor añadido bruto de la construcción presentó en este trimestre una contracción mayor de su nivel (-5% frente al 2,1% del trimestre precedente), mientras que la rama de los servicios redujo seis décimas su crecimiento, hasta el 3%.
SE DESTRUYE EMPLEO POR PRIMERA VEZ EN 14 AÑOS.
Los datos publicados por Estadística reflejan que el empleo, medido en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, registró en el tercer trimestre un retroceso del 0,8%, frente al avance del 0,4% experimentado en el trimestre anterior, lo que equivale a la destrucción de 145.700 empleos a tiempo completo en el último año.
No se destruía empleo en tasa interanual desde el segundo trimestre de 1994, cuando cayó un 1%, aunque la base estadística de entonces era distinta. En el tercer trimestre de este año, la ocupación sólo creció en las ramas de los servicios, con un repunte del 2,1%, y se contrajo en el resto de actividades.
La productividad aparente del factor trabajo de la economía fue del 1,7% en tasa interanual, cifra cuatro décimas superior a la del trimestre precedente, mientras que la remuneración de los asalariados se moderó 1,4 puntos, hasta el 4,5%, como resultado de la desaceleración del empleo asalariado y de la remuneración media. De esta forma, el coste laboral por unidad de producto se desaceleró hasta el 3,6%, tasa dos décimas superior al deflactor implícito de la economía.