España se dirige al rojo
Miguel Massanet Bosch. El día 12, tuvimos ocasión, una vez más, de comprobar la veracidad de aquel tópico que tantas veces se ha repetido, cuando en el extranjero se califica menciona a nuestra nación con aquello de: “ Spain it’s different”. Desgraciadamente, sólo en nuestro país se pueden darse espectáculos tan esperpénticos, carentes de la más mínima lógica y enfocados a la más pura y dura demagogia, de ver a unos sindicatos dedicados a salvarle la cara al Gobierno, cargando la responsabilidad de la crisis contra los empresarios, los principales afectados por la recesión y aquellos que han pagado el precio más alto por falta de apoyos del Estado. Evidentemente que ninguno de los presentes, tanto los activistas, organizadores y responsables de tamaño fiasco, como los liberados y beneficiarios traídos desde toda España para hacer número y dar pábulo a que el helicóptero –seguramente financiado por el propio Gobierno o utilizado por alguna de las cadenas televisivas que le bailan el agua – intentara sacar planos en los que se viera alguna plaza o calle a rebosar; cosa que, por mucho que se esforzaron y, a pesar del efecto amplificador de los miles de banderas exhibidas, no lograron conseguir. Por favor, que se moderen estos fanáticos y no hablen de cientos de miles de asistentes porque, como no fuera que estuvieran en su imaginación nadie, medianamente objetivo, pudiera pensar que, en tal muestra de incoherencia y sectarismo, se hubieran conseguido reunir a más de 50.000 personas. Pero, eso no importa, porque lo importante era darle apoyo a Zapatero y su gobierno que, como resulta obvio a cualquiera que se interese por la marcha de España, esta haciendo aguas por los cuatro costados.
GÉNESIS. Para mí resulta evidente que, esta manifestación ya se estaba gestando desde hace meses. Tanto el Gobierno como CC.OO y UGT, se sentían cada vez más acosados por el número ingente de parados que, día a día, han ido engrosando las cifras del paro. Nadie puede dudar de las presiones que han tenido que aguantar los sindicatos por parte de todos los obreros sin ocupación, que han sentido en sus propias carnes los efectos de la crisis. Tanto Méndez como F.Toxo, sabían que no podrían contener a su gente mucho más tiempo y se han visto en la necesidad de acudir a lo más fácil y lo que menos podía perjudicar al Gobierno de Zapatero, para evitar la “temida”, para ZP, “huelga general”. Que nadie se llame a engaño y piense que, esta manifestación, ha tenido lugar sin que haya sido meticulosamente meditada entre el señor ZP y los directivos de ambos sindicatos. Lo importante era que, el Gobierno, saliera indemne del evento y, para que fuese así, quienes debían de pagar las secuelas de los desempleos eran los empresarios que, ¡claro!, prefieren “echar a la calle a sus trabajadores sólo por el gusto de hacerlo” y, además “les encanta perder dinero y tener que cerrar sus empresas” ¿Se dan ustedes cuenta del grado de intoxicación que son capaces de utilizar para engañar a gentes que, por su desesperación, son propicios a dejarse manejar con facilidad? Pero estos dos dirigentes son el fruto del sistema de ascensos dentro de los sindicatos, donde para medrar se ha de estar dispuesto a mentir, engañar, descalificar e injuriar, cuando la circunstancia y el bien de la “causa” lo requieran. El odio que han heredado de sus mayores y la concomitancia con los progresistas de la farándula, les ayudan a mover a las masas para sus fines particulares, aunque ello redunde, en definitiva, en perjuicio de aquellos bajo cuyo nombre se amparan para impulsar sus ideas de lucha de clases.
EXODO. Una operación de estrategia y costosa. Si, señores, si hacían falta 600 autocares para traerse de día de camping a treinta mil personas, ¡pues se pagan, no faltaría más! El Jehová del Moisés sindical proveerá del maná que mana del Erario público que, para esto está, o ¿es que ustedes pensaban que nuestros impuestos se destinaban a cumplir con la Ley de Dependencia,¡que va!; lo que nos rapiñan de nuestros bolsillos es para pagar lo de ¡la Alianza de Civilizaciones, o los preservativos que Carod entrega a los pobrecitos africanos, para pagar la Cúpula del salón de Ginebra o para que, el señor Chávez, pueda regalarles diez millones de euros a la empresa donde trabaja su hija ( “que no está enterada de nada”) o …!Pero que no falten banderas!, porque ya saben ellos, por experiencia, que mover masas es muy difícil y, máxime, cuando los que tienen que movilizarse no comprenden cómo es que no se ataca al gobierno de turno que, es el verdadero responsable, con su errónea política de subvenciones, de la anárquica gestión de la crisis, de haber actuado diametralmente en contra de la ortodoxia que ha guiado al resto de Europa. ¿A qué viene ir contra las empresas, que mucho hacen con aguantar el tirón? ¿Por qué el resto de países europeos, que también tienen problemas, han apoyado a los empresarios y tienen la mitad del desempleo que España? Si señores, estos de izquierdas saben que, con muchas banderas, se disimula la menor concurrencia de adictos. ¡Que no falten trapos rojos, banderas estrelladas y hoces y martillos, porque lo que queremos es una economía dirigida por el Estado, como las de Rusia y los países de detrás del telón de acero!, ¿qué se hundieron, qué no tenían productividad alguna y no podían competir con las llamadas capitalistas? Vale, pero ya nadie se acuerda de ello y, en todo caso, eran socialistas y se repartían la miseria igualitariamente ¡y esto mola! ¿No?
MACABEOS. Pero se trataba de impedir, a toda costa, que en nuestro país se hiciera lo que, por otra parte, se ha llevado a cabo en el resto de Europa. Sí, es triste reconocerlo, pero en España se trabaja menos, se rinde menos y se produce menos que en otras naciones y, por tanto, nuestra competitividad está por los suelos y ¡así no hay quien compita y quien pueda producir a menor coste que la competencia! Pero Méndez y F.Toxo no quieren entenderlo y prefieren que sigan los 4.4 millones de parados que el que se reestructure el mercado laboral. No se trata sólo de abaratar el despido, que también, sino de que las plantillas sean más flexibles y que el trabajo se realice competentemente, como se hace en el resto de fábricas e industrias de la UE. ¿O es que piensan, los dos sindicalistas, que sin empresas o con empresas estatalizadas, en las que se trabaje menos y peor, van a se capaces de sacar a España de la crisis? Es posible que se crean que, aumentando los impuestos a los ciudadanos, en definitiva a los trabajadores que son los que más pagan; van a conseguir sacar oro de las piedras para que todos puedan vivir a costa del Estado. Si no se genera riqueza, no hay base sobre la que aplicar las tarifas impositivas y toda la nación entra en quiebra. ¿Creen las dos lumbreras de los sindicatos, que el Estado va a poder apechugar con el desempleo indefinidamente? Claro, con la demagogia, engañando a sus afiliados y vendiéndoles que la culpa de todo la tienen los empresarios le hacen un favor a ZP pero ¿y a España qué?, ¿alguien a discurrido a cerca de la inmensa deuda pública que hemos acumulado?
APOCALIPSIS. Pero ZP ha decidido apoyar a los “rojos” y, con la “valiosa” cooperación de los sindicatos y los de la farándula, han iniciado su ofensiva a favor de la izquierda, sus tópicos igualitarios, sus errores de enfoque; su incompetencia endémica en cuestiones financieras y económicas; sus fobias habituales contra la religión, los liberales, la moral y la ética cristianas y sus miedos a que, si no les da tiempo a instaurar el férreo control sobre la vida los ciudadanos, que intentan implantar, pueda llegar un momento en el que éstos decidan liberarse del socialismo. ¡España está enrojeciendo y nadie parece reaccionar contra esta tendencia! Para luego será tarde.