Redacción Madrid. 11 de marzo.

    El presidente de Bolivia, Evo Morales, abogará hoy, durante la cumbre de Naciones Unidas de Viena para la lucha contra las drogas, por la retirada de la hoja de coca de la lista de drogas prohibidas por la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE).

   Morales insiste en defender la hoja de coca en su estado puro y en demostrar que es una planta utilizada por los indígenas para sus rituales, por lo que no la considera "dañina" para la salud.

   "No somos defensores de la cocaína, pero sí de nuestras tradiciones como el acullicu (masticar hoja de coca) y los rituales originarios", dijo a los medios locales, al anunciar su presencia en la Cumbre de Viena, que se celebrará a partir de mañana y hasta el 20 de marzo.

   Así, aseguró que Bolivia va a "demostrar con argumentos científicos, culturales, económicos y políticos que es imposible terminar con el consumo de la hoja de coca".

   El mandatario boliviano ha dejado claro que su objetivo es que reconozcan los usos tradicionales que los indígenas le dan a esta planta, cuyo cultivo está penalizado en varios países. "Esperamos contar con el apoyo de otras naciones", expresó.

   Uno de los objetivos de Morales desde que llegó al poder en 2006 es poder retirar la hoja de la coca de la lista de la JIFE, donde aparece como uno de los estupefacientes más consumidos del mundo al ser transformada en cocaína.

   En la nueva Constitución boliviana, aprobada el pasado mes de enero en un referéndum, se establece que el Estado protegerá la "coca originaria y ancestral como patrimonio" cultural y natural, y como un "factor de cohesión social en su estado natural no es estupefaciente".

   Todo lo concerniente a su cultivo, tratamiento y comercialización está regulado por la legislación boliviana, que además prohíbe su venta y consumo con fines contrarios a las costumbres y tradiciones indígenas.