Ex altos cargos militares rusos censuran la actuación de los actuales mandos
Redacción Madrid. 14 de agosto.
La prensa rusa aprovecha el alto el fuego para dar voz a ex altos cargos militares y hacer un poco de autocrítica en la forma en la que se han llevado a cabo las acciones militares en Georgia. Nezavisimaya Gazeta habla de lentitud y de fallos en el servicio de información ruso, lo que llevó a no detectar a tiempo las intenciones de las tropas georgianas y a tener que lamentar un elevado número de víctimas civiles y militares.
El general retirado, Yuri Netkachev, subjefe del Grupo de tropas rusas en la región transcaucásica en 1993-2000, opina que Rusia fue extremadamente ineficiente a la hora de liquidar los objetivos militares en Georgia.
Moscú, a su juicio, tenía derecho de extender el embargo naval a la totalidad de la costa georgiana, no solamente al litoral de Abjasia, y debía haberse planteado asimismo la posibilidad de imponer un bloqueo aéreo para impedir que Georgia recibiera ayuda militar desde el extranjero.
El experto calificó la actuación del Gobierno ruso como de "medias tintas". "No hemos destruido la maquinaria bélica de Georgia", dijo.
Un general próximo a la cúpula de Defensa, Majmut Garéyev, antiguo subjefe del Estado Mayor del Ejército ruso y, actualmente, presidente de la Academia de Ciencia Militares, cree que la agresión georgiana "puso de manifiesto una serie de deficiencias álgidas en lo que concierne a la preparación de las tropas rusas y el control de las fuerzas y los recursos, tanto directamente en el campo de la batalla como en lo relativo a la tecnología de toma de decisiones en período militar".
Uno de los principales errores, en su opinión, se cometió al nivel de los servicios de inteligencia y espionaje militar que "no pudieron descubrir a tiempo los planes pérfidos de Georgia". Garéyev atribuye a estos desaciertos la confusión inicial, las numerosas bajas civiles y militares y la pérdida de varios aviones, incluido un bombardero estratégico Tu-22.
Los bombardeos de bases aéreas georgianas le parecen "justificados" aunque se realizaron "con mucho retraso". "Cuando hablan los cañones o, en este caso, lanzamisiles múltiples Grad georgianos, es tarde para esperar órdenes de superiores. Hay que asestar urgentes golpes demoledores contra las bases y las posiciones de fuego enemigas. Es el abecedario de la guerra", comentó.
El general Anatoli Kornukov, ex jefe de la Fuerza Aérea de Rusia, afirmó por su parte que a los pilotos del Tu-22 derribado en el territorio de Georgia "los enviaron a una muerte segura", pues no se había detectado a tiempo el arsenal georgiano de defensa antiaérea. "¿Qué sentido tenía mandar un bombardero de largo alcance a Georgia, si tiene frontera con Rusia?", inquirió.