EWTN
Washington. La Corte Suprema de Alabama, en Estados Unidos, acaba de emitir una sentencia que reconoce al niño en el vientre de la madre como una persona que merece protección legal. A pesar de que la sentencia no tiene aplicación directa para los supuestos de aborto, sí que constituye un paso en el reconocimiento de los niños en el vientre como personas humanas con derechos legales.
En Estados Unidos el aborto inducido se convirtió en legal desde la sentencia de la Corte Suprema en el caso Roe contra Wade, de 22 de enero de 1973, que estableció un trimestre como plazo para practicar el aborto y prohibió a los estados limitar el aborto temprano durante este periodo.
No obstante, ahora la Corte de Alabama ha sentenciado que los niños en el vientre de la madre están protegidos por la ley de peligros químicos del estado, al plantearse en la sala el caso de dos mujeres embarazadas que tomaron drogas durante la gestación, e incluso una de ellas admitió haber fumado metanfetaminas tres días antes de que su hijo naciera prematuramente y sobreviviera solo 19 minutos después del parto por “intoxicación aguda por metanfetaminas”.
Aunque el abogado que defendió a la mujer argumentó durante el proceso que la ley de peligros químicos, -según la cual constituye un crimen poner en peligro a un niño por exposición a sustancias reguladas-, no se aplica a los niños que se encuentran en el vientre materno, la corte discrepó con este planteamiento indicando que a los niños se les niega protección legal en el vientre materno respecto del aborto, -en base a los dictámenes de “Roe contra Wade”-, pero no en el caso de maltrato infantil. A este respecto, la Corte citó un caso en el estado de Carolina del Sur, en el que se llegó a un fallo similar, determinando que “sería absurdo reconocer al feto viable como una persona para propósitos de las leyes de homicidio y estados de muerte injusta, pero no para los propósitos de proscribir el maltrato infantil”.
La corte de Alabama también expresó su acuerdo con la corte de apelación, que señaló que “no sólo las cortes de este Estado han interpretado el término ‘niño’ para incluir al feto viable en otros contextos, la definición del diccionario del término ‘niño’ explícitamente incluye a una persona no nacida o un feto”.
La Corte Suprema ha manifestado que “los niños en el vientre son personas con derechos que deben ser protegidos por la ley”, decisión acorde con la Declaración de Derechos de la constitución del estado, que proclama que “todos los hombres son igualmente libres e independientes; que son dotados por su Creador con ciertos derechos inalienables; que entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad”.
Por otra parte, el fiscal general de Alabama, Luther Strange, ha aplaudido esta decisión y ha transmitido en un comunicado que “La Corte ha ratificado nuestro argumento que la política pública de nuestro estado es proteger la vida, tanto nacida como en el vientre”, a lo que añadió que “es una tremenda victoria que la Corte Suprema de Alabama haya afirmado el valor de toda vida incluyendo la de aquellos niños en el vientre, cuyas vidas son las más vulnerables de todos”.
Aunque el fallo del 11 de enero no se aplica para las regulaciones abortivas, los activistas pro-vida se encuentran animados con la decisión y aseguran que podría contribuir al crecimiento del reconocimiento de los niños en el vientre como personas humanas con derechos legales.
Para Mathew Staver, Presidente de ‘Liberty Counsel’, organización cristiana del Estado de California, “En lesiones personales, criminales y testamentos y la ley de bienes, la tendencia ha sido reconocer al niño en el vientre como un ser humano con protecciones legales, no simplemente como un ser humano ‘en potencia’”, dijo, y así “los casos de abortos de la Corte Suprema de Estados Unidos son una aberración a la ley, se mantienes aislados por sí solos, y esa isla un día desaparecerá”.