Redacción Madrid. 9 de septiembre. El tenista suizo Roger Federer, cabeza de serie número dos, se ha adjudicado esta noche su quinto título consecutivo en Flushing Meadows después de derrotar al escocés Andy Murray, sexto favorito, en la final del US Open, cuarto y último 'Grand Slam' de la temporada, en tres sets, por 6-2, 7-5 y 6-2 en 1 hora y 51 minutos.

   Roger Federer, que acumula ya 13 'grandes' (3 Abiertos de Australia, 5 Wimbledons y 5 US Open) a lo largo de su carrera, se convirtió, además, en el primer tenista desde el estadounidense Bill Tilden -siete victorias, seis seguidas- en 1924 que logra cinco triunfos seguidos en el Abierto estadounidense.

   Federer volvió a desplegar el tenis que le aupó a llevar el dorsal número uno del mundo. El suizo llevó la iniciativa en el inicio del partido en el que Andy Murray, menos potente su derecha que ante Rafa Nadal, nunca se sintió cómodo y vio cómo su rival le movía de un lado a otro de la pista sin poder soltar el brazo.

   Jugando con un alto porcentaje de primeros servicios, el de Basilea vivió cómodo con su saque y empezó a meter presión desde la primera pelota a Murray, que cedía el servicio en el sexto juego y se colocaba 4-2 abajo. Tras consolidar el 'break', Federer volvió a disfrutar de dos pelotas de 'break' para acabar de sentenciar la primera manga: 6-2.

   La impaciencia del helvético le llevó a colocarse 2-0 en el segundo parcial, pero Murray le devolvió rápidamente el 'break' en el siguiente juego en blanco, cuando empezó a recuperar las sensaciones de las semifinales y que le habían colocado en su primera final de un 'grande'.

   Federer no era el del inicio del partido, jugaba con segundos servicios y acumulaba más errores no forzados frente a un Murray que niveló el set, con 2-2, e, incluso, dispuso de un 0-40 en el quinto juego con el que podía equilibrar la final. Pero el ex número uno mundial recuperó la eficacia en el servicio para salir del apuro.

   Con 6-5 y saque de Murray empezó Federer a escribir el epílogo de la final. Ganó el juego, acabó con la poca resistencia del escocés y se paseó en la tercera manga en la que su rival parecía un jugador menor ante un suizo pletórico en la red.

   Federer abría una ventaja sideral, 5-0 en contra, ya para Murray, que aún quiso alargar su agonía en la tercera manga extrayendo algunos de los golpes de su repetorio para ganar su saque, romper el del suizo cuando se disponía a ganar y acabar cediendo por idéntico resultado (6-2) que en el primer set.

   El suizo, que ganó su primer 'Grand Slam' del presente curso, después de perder en Wimbledon y Roland Garros con Nadal, retornó a su mejor nivel para agrandar como acostumbra ("Me siento como en una segunda casa", dijo) cada año su leyenda en Nueva York, y alimentar el debate sobre si es el mejor tenista de la historia.

   A favor cuenta con la plasticidad y efectividad de su tenis y, en contra, la arcilla de París, la única que se le resiste, y el músculo de Rafa Nadal, el número uno del mundo actual y que, cuando recobre el aliento, le quiere seguir manteniendo el pulso por mantenerlo hasta el final de la temporada.