Federer y Nadal jugarán la final de Wimbledon
El suizo Roger Federer y el español Rafa Nadal cumplieron los pronósticos y serán los protagonistas por tercer año consecutivo de la final del torneo de Wimbledon, tercer 'grande' de la temporada, en la que el balear intentará arrebatar de su trono al cinco veces campeón.
Ninguno de los dos favoritos tuvo demasiados problemas en su penúltimo asalto ante el ruso Marat Safin (6-3, 7-6(3), 6-4) y el alemán Rainer Schuettler (6-1, 7-6(3), 6-4), y tampoco les hizo falta su mejor tenis, el que deberán ofrecer el domingo para optar al título.
De este modo, el de Basilea llegará a esta cita sin haber cedido aún una manga, situación que Safin tampoco estuvo cerca de poder cambiar, mientras que el de Manacor, menos brillante que ante Andy Murray, estuvo cerca de ceder la segunda del torneo, pero aprovechó su ocasión para evitarlo.
El camino de ambos estaba siendo prácticamente paralelo y hoy no varió. Tras la temprana eliminación del serbio Novak Djokovic, todo parecía indicar que la final sería entre los mismos protagonistas que en los dos últimos años y los pronósticos se confirmaron.
Ahora, Federer, ansioso de revancha por la final de Roland Garros, irá a superar al mítico Bjorn Bjorg, que apuesta por el suizo en vez de por el español como hizo al principio del torneo, mientras que Nadal quiere heredar el logro de Manolo Santana y demostrar que puede luchar también por el 'Grand Slam'.
El número dos del mundo saltó a la Central tras la demostración del de Basilea ante Marat Safin. El tenista balear no se inmutó y replicó en dos horas, tras un partido donde Rainer Schuettler no le planteó demasiados problemas, salvo en un segundo set que por momentos peligró para el español.
Nadal no jugó con la brillantez y soltura que el miércoles ante el escocés Andy Murray, e incluso en la segunda manga se le vio incómodo ante la mejor versión de su rival, pero cuando éste fue bajando, al balear le bastó con imponer su mayor solidez, y su única 'preocupación' fue el estado de su rodilla, aunque al término del encuentro envió un mensaje tranquilizador.
El tetracampeón de Roland Garros cometió más errores de los esperados, los cuales no aparecieron en el primer set donde dominó de principio a fin y cerró con un contundente 6-1 en poco más de 20 minutos.
El guión cambió en el segundo set. Schuettler abandonó un tanto su papel de 'invitado', puso más agresividad y, ayudado por un pequeño bajón de su rival, tomó la delantera con un 'break' en el tercer juego que acertó a mantener hasta el décimo juego. Ahí, con servicio para igualar el partido, jugó horrible y Nadal no le perdonó, al igual que en la 'muerte súbita'.
Para evitar cualquier tipo de susto, el balear rompió pronto el saque del germano y puso rumbo hacia su tercera final, que afronta con la seguridad de saber que en hierba también puede hacer daño a Federer.
SÓLIDO FEDERER
El número uno del mundo, por su parte, cumplió por sexto año consecutivo con su 'ritual' en Londres y se clasificó para la final tras no dar opciones a Marat Safin en poco más de una hora y cuarenta minutos.
El ruso, verdugo en Wimbledon de Novak Djokovic, no pudo continuar con su buena marcha en el torneo y el número uno del mundo le 'agradeció' el haberle quitado un duro enemigo de su camino con una clara victoria por 6-3, 7-6(3) y 6-4.
Federer ofreció su solidez habitual y dominó en todo momento a su rival, que nunca encontró el resquicio para asustar, ni siquiera en la siempre temerosa 'muerte súbita'. Safin cometió demasiados errores, una ventaja que no se puede conceder al cinco veces campeón en la capital inglesa. El último de ellos fue con 5-4 abajo y su servicio, que entregó sin demasiada resistencia y víctima de sus propios nervios.