El presidente del PP señala que su grupo en la Cámara Alta pide que se reúna la Comisión General de las Comunidades Autónomas porque la amnistía no busca la reconciliación sino una transacción que hay que discutir entre todos en el Senado

·          Acusa a Sánchez de llevar a España hacia una deriva autoritaria y avisa de que el PP utilizará su mayoría absoluta en el Senado, su mayoría relativa en el Congreso y sus gobiernos en CCAA y ayuntamientos para frenarlo

·          Asegura que también el PP va a solicitar en el Congreso la comparecencia del presidente en funciones o Albares sobre la postura del Gobierno tras los ataques terroristas contra Israel después de que los socios de Sánchez no lo hayan condenado e incluso lo hayan intentado justificar

·          “No hay ninguna respuesta que no rompa la honestidad mínima que debe tener un candidato a la presidencia del Gobierno que no pase por una convocatoria electoral”, asegura

·          Mantiene que lo que pase en España lo va a decidir Puigdemont y sus siete diputados, “no hay más.” “Si ellos no quieren, no habrá investidura y si a ellos les compensa el trueque, la transacción, el precio que está dispuesto a pagar Sánchez, entonces la habrá”, subraya

·          Tacha la amnistía de “anomalía sin precedentes” en la historia de España y recuerda que no hay ningún país de Europa cuyo primer ministro dependa de un prófugo de la justicia que decide cuál será el Gobierno de su país

·          Advierte de que la amnistía supondrá la deslegitimación del pasado, porque supone que “todos estaban equivocados” y también del futuro porque “no todos somos iguales al haber una casta independentista” por encima de la ley

·          Considera una “anomalía sin precedentes” que Sánchez sea el “primer fan” en reabrir el independentismo y de someter el Congreso a lo que digan siete diputados que no obedecen más que a un prófugo de la justicia. “Hoy es un ultra y un reaccionario la persona que defiende lo mismo que Sánchez hace unas semanas”, lamenta

·          “El modelo que Sánchez tiene de España es excluir a la mitad del país. Prefiere a Bildu o ERC antes que al PP”

·          Advierte de que el PP defenderá la Constitución “desde el principio hasta el final” y la unidad de la nación “nos cueste lo que nos cueste”. “No vamos a aceptar que los políticos sean unos caciques territoriales no sometidos a la ley”, añade

·          Avanza que el PP dirá a la sociedad vasca que es el único partido no sanchista y que el resto son satélites del sanchismo. “Si los vascos quieren hablar de industria, de energía, de competitividad o de fondos europeos, solo hay una alternativa, que es el PP”, remarca

·          Afirma que el Partido Popular va a desenmascarar al PSC, que tiene más acuerdos con ERC y Junts que estos partidos entre sí. “Es un socio que quiere estar en todas las empresas con objetos sociales distintos para mangonearlas todas”, asevera

·          “No puedo aceptar un cordón sanitario a Vox”, asegura, recordando que es la tercera fuerza política de España, y rechaza que Sánchez pacte con Bildu, un partido “heredero de una banda terrorista”, pero ni siquiera se reúna con Santiago Abascal, “víctima de esa banda terrorista”

·          Critica la mala gestión de los gobiernos socialistas en las comunidades autónomas y lo ejemplifica en el ejecutivo de Ximo Puig en la Comunidad Valenciana, que ha dejado 192.000 facturas sin pagar