Fernando el Católico, Rey de España
Pio Moa. Con motivo del V centenario de la muerte de Fernando el Católico, apenas se ha conmemorado en España su figura, una de las más relevantes de su historia y también de la historia europea. Como tantos otros hechos, ello indica la profunda degradación de la sociedad española, causada por varios decenios de embrutecedora falsificación de su pasado.
Todas las grandes figuras históricas son controvertidas y no hay obra humana que sea perfecta y al gusto de todos, pero para entender la importancia de Fernando el Católico basta atender a la situación de España cuando se casó con Isabel de Castilla y la que dejó a su muerte. El balance puede resumirse muy brevemente: al comienzo de su reinado, Aragón y Castilla se encontraban en estado próximo a la descomposición entre guerras civiles y banderías, la Reconquista estancada y el país dividido en varios reinos poco amigos entre sí.
Cuando muere, España está en paz, unificada –salvo Portugal—y convertida en una de las primeras potencias de Europa, si no la primera, descubriendo y conquistando América y con un verdadero esplendor cultural. Esto, en el espacio de solo cuarenta años desde que se consumara la unión de Castilla y Aragón, en 1475.