José María Caparrós. En conmemoración del 70 aniversario del célebre desembarco de Normandía (Día D, 6 de junio de 1944), el cine Aribau de Barcelona –la sala de mayor aforo en la Ciudad Condal– se une a este hecho histórico y ha organizado un Festival de Cine Bélico. Se proyectarán cinco obras maestras del género dedicado a la II Guerra Mundial, todas las tardes a las 20:30, en versión original subtituladas en castellano. - Jueves, 5 de junio: Un puente lejano (1977), de Richard Attenborough - Viernes, día 6: Salvar al soldado Ryan (1998), de Steven Spielberg - Sábado, día 7: La gran evasión (1963), de John Sturges - Domingo, día 8: El puente sobre el río Kwai (1957), de David Lean - Lunes, día 9: Película sorpresa, en V. O. subtitulada. Este festival especializado está organizado por Celluloid-Cine en el Cuerpo y la exhibidora Grup Balañá, bajo la dirección del periodista Eduardo de Vicente, crítico de cine en El Periódico, que presentará las sesiones. Las películas de guerra siempre han tenido enorme aceptación entre el gran público, pese a que cada espectador se declare personalmente antibelicista. El cine bélico posee también un aire histórico-novelado, unido a la crítica de toda confrontación armada y su repercusión en los protagonistas, o una voluntad pacifista. El carácter propagandístico es otra constante. Aun así, el aficionado se identifica con los dramas que narran tales filmes. Por otra parte, la espectacularidad de las batallas es una de las bazas que juega este tipo de películas, muchas veces más próximas a la aventura que al rigor de los hechos. Con todo, esperamos que estos filmes paradigmáticos evoquen sólo un conflicto bélico mundial, que no debería repetirse más.