Redacción madrid. 14 de abril. El ex presidente cubano Fidel Castro no tardó en reaccionar a las medidas tomadas por EEUU de levantamiento de algunas restricciones y en un texto publicado por la web oficial 'cubadebate' asegura que Cuba "resistirá" y que no pedirá "limosnas". Mientras tanto, en la calle los cubanos aplauden que ahora los cubano-estadounidenses puedan viajar cuando quieran a la isla y enviar remesas sin límites.
"Del bloqueo, que es la más cruel de las medidas, no se dijo una palabra", escribió el líder de 82 años. "Cuba ha resistido y resistirá. No extenderá jamás sus manos pidiendo limosnas. Seguirá adelante con la frente en alto, cooperando con los pueblos hermanos de América Latina y el Caribe, haya o no Cumbres de las Américas, presida o no Obama los Estados Unidos, un hombre o una mujer, un ciudadano blanco o un ciudadano negro".
Sin embargo, Castro también se mostró conciliador con Obama al que no culpó "de las atrocidades cometidas por otros gobiernos de Estados Unidos" y de quien no cuestionó "su sinceridad y sus deseos de cambiar la política y la imagen de Estados Unidos".
Los medios nacionales no cubrieron en directo el anuncio pero el informativo de la televisión dio la noticia, lo que ha generado gran entusiasmo en las calles de La Habana. Muchos están convencidos de que estas medidas van a repercutir favorablemente en sus vidas.
"Es maravilloso", indica María Elena Novoa y agrega: "Tengo un hermano que tenía dificultades para venir por las restricciones. Yo estoy casi segura que él me va a caer en cualquier momento por acá.
Voy a poder verlo después de años".
Un trabajador del sector turístico que no quiso dar su nombre considera que "es una buena medida que ayuda al normal desarrollo de la familia cubana y mejora las relaciones entre los dos países".
"Es algo que nos toca muy de cerca; yo tengo allá a mi papá, a mi cuñada y a una sobrina".
"Imagínate que mi hermana allá debía esperar tres años para poder venir o venir con un permiso religioso por el cual tiene que pagar extra. Esto va a ser mucho mejor para nosotras", señaló por su parte Miriam Pérez.
Luis Betancourt, quien tiene un hijo viviendo en el estado de Florida desde hace varios años, manifestó que "ya era hora de que un presidente de Estados Unidos se diera cuenta de que no pueden estarse metiendo en la vida privada de la gente con fines políticos".
La disidencia tomó el anuncio de diferentes formas. Marta Beatriz Roque, de la Asamblea para la Sociedad Civil, dijo que "es paradójico que el mismo día que Obama levanta las restricciones, en los hoteles se le niega el acceso a internet a los cubanos".
"En principio lo veo como algo positivo, aunque todavía les queda mucho por hacer a los dos gobiernos para poner fin a esta especie de guerra fría privada que tienen", indicó el presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Cuba, Elizardo Sánchez.
Sánchez agregó que su escepticismo se debe "a la falta de voluntad política del gobierno cubano para responder de manera simétrica, permitiendo por ejemplo que los ciudadanos puedan moverse por todo el país e incluso salir al extranjero".
El más optimista de los opositores parece ser el socialdemócrata Manuel Cuesta quien señaló a BBC Mundo que la decisión es muy positiva "porque responde a un cambio de enfoque que se requería desde hace mucho tiempo en la política de Estados Unidos hacia Cuba".
Según el líder del ilegal Arco Progresista, se comienza a "abrir el camino para que la sociedad cubana se normalice en sus relaciones con el hemisferio. Hay un alivio psicológico en esta profundización del deshielo entre los dos gobiernos".
Cuesta aseguró que "en el país será muy bien recibida la eliminación de las restricciones a los viajes y las remesas porque ayudará al ciudadano de a pie a lidiar con una situación económica muy difícil y precaria en la que vive".