Redacción Madrid. 5 de octubre. El ministro de Exteriores francés, Bernard Kouchner, solicitó hoy al Gobierno israelí que mantenga la política dictada por la comunidad internacional y encaminada por la vía del diálogo con Irán, antes de iniciar un ataque preventivo contra el régimen de Teherán basado en presunciones sobre la capacidad nuclear de la república islámica.

   "Que Irán tenga una bomba atómica es algo completamente inaceptable. Pero, ¿cómo podemos evitarlo? Hablando, hablando y hablando; ofreciendo diálogo y con sanciones, sanciones y más sanciones", declaró Kouchner en una entrevista concedida al diario israelí 'Haaretz'. "¿Es una alternativa bombardear primero? Creo que no", añadió.

   El Gobierno iraní se enfrenta a una nueva ronda de sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas contra el desarrollo de su programa nuclear. Irán insiste repetidamente en que este programa tiene un uso exclusivamente civil, pero países como Estados Unidos o Francia temen que esta tecnología desemboque en el desarrollo de un arma nuclear.

   Kouchner anticipó que Israel no tiene intención de esperar a que Irán termine esa hipotética bomba, "y ese es el peligro", consideró. "La bomba no le otorga a Israel ningún tipo de inmunidad. Ellos lo saben y todo el mundo lo sabe".

   En relación a los repetidos intentos franceses para dialogar con el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, el ministro francés manifestó que "la estrategia es sancionar, pero siempre dejando la puerta abierta al diálogo". En este sentido, y en referencia a estas infructuosas conversaciones, Kouchner declaró: "Lo hemos intentado, hemos hablado con los iraníes, y otros muchos lo han intentado; sin resultado".

   Las estimaciones de los servicios de inteligencia franceses creen que Irán dispondrá de la bomba atómica en 2010, según el ministro, que sin embargo recordó que es prácticamente imposible que el régimen de Teherán pueda fabricar más de una bomba. Otra razón más para evitar ataques preventivos e incentivar el diálogo, a falta de elegir el canal de comunicación adecuado. "Tenemos que hablar con ellos, pero ¿con quién?, declaró Kouchner. "Son un gran país, pero viven en un lugar donde parece que no se puede solucionar ningún problema de la región. Todos ellos son creyentes. Todos ellos son nacionalistas".