Francia reforzará su presencia militar en Afganistán
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Redacción Madrid. 22 de septiembre. El primer ministro francés, François Fillon, anunció hoy en la Asamblea Nacional que el Gobierno ha decidido reforzar con más medios militares de aeromovilidad, información y apoyo su presencia en Afganistán, tras la emboscada que el pasado 18 de agosto costó la vida a diez militares galos integrados en la misión de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF).
Estos medios, básicamente helicópteros Caracal y Gacelas, sistemas de escucha y morteros suplementarios estarán en Afganistán en "algunas semanas" junto a los correspondientes efectivos" que Fillon cifró en "una centena de hombres".
Durante el debate que se celebra hoy sobre la continuidad de las tropas francesas en el país asiático, el primer ministro salió también al paso de la polémica desatada por un periódico canadiense asegurando que la OTAN habla en un informe del insuficiente equipamiento de los soldados franceses. Fillon dijo, en este sentido, que las fuerzas implicadas en los combates del 18 de agosto estuvieron siempre en condiciones de responder y que no faltaron los medios de comunicación, pese a haberse afirmado lo contrario.
"La realidad es suficientemente cruel como para que se añada la mentira y la desinformación", lamentó el primer ministro recordando que desde 2001 los aliados han perdido cerca de mil hombres, 24 de ellos franceses.
No obstante, reafirmó que su misión "era y sigue siendo justa" rechazando así la tesis de quienes piensan que han muerto "para nada". "Nuestras tropas no están en Afganistán para anexionar nada, ni por intereses económicos. Están para garantizar nuestra seguridad colectiva procurando que Afganistán no se convierta de nuevo en el santuario del terrorismo internacional", lanzó Fillon.
El primer ministro reconoció claramente que la seguridad y la paz no se podrán imponer en Afganistán "sin tenacidad, confianza compartida, sin asumir riesgos y probables pérdidas". "Los franceses deben saber que no estamos en absoluto en guerra con el pueblo afgano, pero que nuestras tropas pueden verse comprometidas o implicadas en operaciones de guerra", advirtió.
Así, les dijo a los franceses que la recuperación del país será "lenta y difícil", aunque está dando sus frutos, y puso de relieve la legitimidad de la acción internacional. "No reaccionar sería dejar el campo libre a los talibán y a Al Qaeda. Sería dejar al pueblo afgano en las manos de sus verdugos. Sería exponernos al resurgimiento del terrorismo internacional", avisó.
El primer ministro optó por un enfoque global basado en la seguridad, la afganización, la reconstrucción, democratización y reconciliación del país que reclama, de paso, una gran "control" en las operaciones militares y que los Ejércitos de la coalición internacional hagan un "uso proporcionado" de la fuerza.
"Nuestros soldados no pueden entablar una relación de confianza con una población que sigue muriendo en acciones ofensivas insuficientemente acotadas", dijo en alusión a las operaciones del Ejército norteamericano. Además, recalcó que Francia ejerce "un control nacional permanente" sobre las acciones de su contingente y que los pilotos galos tienen como instrucción "no disparar salvo si los objetivos están localizados al cien por cien".
"Sería importante que esta vigilancia que nos imponemos a nosotros la tengan todos nuestros aliados", añadió Fillon, que exigió igualmente una complementariedad entre las fuerzas de la ISAF y las de la Operación Libertad Duradera la iniciativa militar de Estados Unidos para combatir las redes terroristas.
Fillon hizo hincapié, por último, en que Francia no puede "dar la espalda de manera egoísta" a un conflicto que nos concierne a todos y que nadie debe engañarse de que no estamos "al abrigo del terrorismo que ha golpeado Nueva York, Yerba, Bali, Casablanca, Madrid, Londres, Amán, Argel o Islamabad".
"Una exigencia moral porque no podemos plegarnos sobre nosotros mismos en un momento en el que se decide, en comarcas lejanas, la suerte de una nación que confía en nosotros, allí donde se juega el futuro de una cierta concepción del hombre en el que creemos", concluyó.